Para cualquiera que disfrute de los simuladores o de los juegos de carreras, cuanto más realismo sea capaz de meter en su habitación, mejor. Lo mínimo para disfrutar un poco en serio de los simuladores es un volante. Nos valdría cualquiera, pero la experiencia es mucho mejor si empezamos de un precio «medio», es decir, siempre será mejor un Logitech G29 que un juguete de plástico con dos pedales y 100 grados de giro. Hoy traemos lo que podemos llamar la ‘frikada’ del año: unas Oculus Rift montadas sobre un casco Arai para conseguir el realismo máximo.
No voy a negar que haya pensado alguna vez en el tema del casco, si bien el primer pensamiento que me pasa por la cabeza es el calor que se puede pasar con un casco real mientras estamos haciendo una tanda de simulador. Pero si fuese el caso de que tengamos un chasis montado, o un playseat, quizás queramos añadir algo más de realismo con el casco y unas gafas de realidad virtual.
HelmetVR combina Oculus rift con un casco Arai
La experiencia ofrece unos 100 grados de visión periférica, menos que lo que requiere el estándar Snell SA2015 de la FIA (180º como mínimo), pero probablemente sea suficiente para un entusiasta extremo de los simuladores. La broma no sale barata, pues el precio de partida está en 2.459 euros según la web del producto. Si además queremos redondear el regalo podemos añadir alguno de los chasis FormulaVR y sumar al total un par de decenas de miles de euros más. Acepto donaciones anónimas.
