Era una posibilidad desde el mismo momento del lanzamiento del proyecto y finalmente ha terminado confirmándose este viernes: tendremos que esperar hasta 2023 para ver el regreso de Peugeot a las 24 Horas de Le Mans. La casa francesa ha optado por prolongar el periodo de desarrollo de su hypercar 9X8 y por lo tanto retrasar su homologación y debut en competición hasta después de la edición 2022.
La explicación es bastante clara: aunque Peugeot dispone ya de un coche de carreras funcional, los estrictos requisitos de homologación y las limitadas oportunidades de modificar el vehículo una vez ya homologado (tan sólo cinco comodines hasta 2025) obligan a ser prudentes y no dar ese paso hasta que el constructor esté plenamente convencido de la competitividad y fiabilidad del coche.
De hecho Olivier Jansonnie, director técnico de Peugeot Sport en este proyecto, apunta más hacia el lado de la fiabilidad para justifica esta demora: «por razones evidentes de Balance of Performance, una participación en Le Mans sólo era posible si participábamos antes en las 6 Hoas de Spa. Nuestro planning nos permite ahora concentrar recursos en las sesiones de test, sin que se vean interrumpidas por estas carreras. Le Mans es la carrera más complicada del campeonato, especialmente a nivel de fiabilidad y exigencia. Empezaremos por carreras mens largas, lo que nos permitirá un inicio progresivo».
Foto | Peugeot Sport
