A través de las redes sociales y algunas páginas webs ávidas de visitantes y aprobación se han instaurados campañas para menospreciar a dos pilotos que participaron en los tests de pretemporada realizados en Bahréin. Liam Lawson y Jack Doohan se han vuelto blancos de críticas negativas con respecto a su participación en la categoría y en tal sentido, Oliver Oakes, jefe de la escudería Alpine, salió al paso de los comentarios contra Doohan porque lo que observa no es objetividad sino personas que se aprovechan de fanáticos y seguidores de otro piloto para vender simplemente una campaña de odio.
Obviamente Oakes se refiere a quienes utilizan la tecnología para promocionar a Franco Colapinto como piloto titular de Alpine esta misma temporada y por ello apuestan por un fracaso inmediato de Doohan. Al jefe de Alpine llegaron los rumores acerca de un plazo de cinco grandes premios para el australiano y, en caso de no rendir lo esperado, o al menos estar a un nivel similar al de Pierre Gasly, ceder su lugar al argentino que debutó la pasada temporada con el equipo Williams y ahora es reserva de Alpine, por pedido de Flavio Briatore. Para Oakes, estos «guerreros del teclado» más que contribuir a sus propios intereses mediante críticas negativas, pueden causar un efecto contrario, muchas personas se pueden identificar con Doohan por salir a hacer su trabajo lidiando contra ataques y distracciones mediáticas.
El mismo método aplica para Lawson, todavía no ha participado en su primer Gran Premio con Red Bull y ha recibido numerosas críticas negativas, orientadas a no justificar su presencia en el equipo como reemplazo de Sergio Pérez. Esta estrategia de mantener a los seguidores de un piloto atentos a los errores de otro para luego criticar se ha instaurado en la Fórmula 1 como recurso para vender contenidos que van más allá de lo deportivo. Tal como lo indica Oakes, los «guerreros del teclado» se enfocan en consumidores que pretenden desquitar sus emociones negativas apuntando al fracaso de alguien.
El propio Oakes admitió que siente pena por Doohan al tener que lidiar todos los días con rumores y palabras desalentadoras. Afrontar la presión es normal para los pilotos, sin embargo, lo que se vive ahora es distinto porque al parecer no existe el menor respeto por un profesional que soñó con llegar a la Fórmula 1 y quiere realizar el mejor trabajo posible según sus habilidades. Por tal razón, sugiere a los «guerreros del teclado» mantenerse al margen mientras Doohan y Alpine inician la temporada.
En palabras de Oliver Oakes:
Entiendo que cada uno tiene una opinión, pero cualquiera puede ser un guerrero del teclado, eso es muy sencillo. ¿Es eso justo para Jack [Doohan]? Él está pilotando un coche de Fórmula 1, ese es el sueño de todo chico, pero también es su trabajo. Entiendo que todo el mundo quiere atraer seguidores, pero creo que deberían darle algunas carreras para que se concentre únicamente en su rendimiento.
Vía Motorsport Total