Oliver Rowland seguirá subiéndose a un coche de color azul y amarillo, tras su temporada en la Fórmula 2 con DAMS. No será en Europa, sino en Japón, puesto que el piloto británico se sumará a las pruebas de pretemporada de la Super Fórmula en Suzuka al volante de uno de los coches del Team LeMans. El británico espera combinar una posible participación en el campeonato nipón con su programa del WEC con Manor y su papel en el equipo Williams de Fórmula 1 como su joven piloto oficial, aunque siempre con la ironía de que es mayor que cualquiera de los dos hombres que tomarán parte en las carreras.
Desde finales de 2017, los rumores situaban ya a Rowland como candidato a quedarse con el volante que deja vacante Felix Rosenqvist, que no puede combinar el calendario de la Super Fórmula con sus obligaciones en la Fórmula E. Para compensar, el sueco estará en el Super GT pero ello deja un apetitoso espacio en un coche que el año pasado se subió al podio en varias ocasiones y que llegó a estar en la pelea por el título antes de acabar el año en tercera posición. Rowland estuvo en Suzuka a finales del año pasado, negociando con los jefes del que podría ser su otro equipo este 2018.
De momento, se sabe que Rowland viajará la próxima semana a Japón para hacerse el asiento y preparar el test del día 10 de marzo. Está previsto que ruede solo ese día, en las dos sesiones (cuatro horas en total) que habrá durante el día antes de volver al Reino Unido. Pero antes de irse para Asia, existe la posibilidad de que Rowland se suba al coche de DAMS que en principio habría pilotado en Paul Ricard Nicholas Latifi, afligido por una infección que le dejó también sin rodar con Force India esta semana en el Circuit de Barcelona-Catalunya. El canadiense debería haber rodado precisamente hoy.
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