Kalle Rovanperä y Oliver Solberg. Pilotos de rally prematuros, al igual que otros recientes ejemplos como Marquito Bulacia o los primeros pasos de Raúl Hernández, el cual no deja de ser por ahora un novato comparado con los nombres antes mencionados. Para muchos son las grandes esperanzas de sus respectivos países de cara al futuro, especialmente en el caso de los nórdicos, los cuales sufren ya el dominio de los pilotos franceses desde que Petter Solberg lograse su único título en el WRC en 2003.
Precisamente Oliver es uno de los pilotos noruegos de mayor proyección. Apenas dos años después de proclamarse campeón de Kart Cross en su país, el hijo del dos veces campeón del World RX y una del Mundial de Rallyes, ha desarrollado su carrera deportiva de forma meteórica entre los tramos y los circuitos de rallycross, consiguiendo su primera victoria en el Nordic RallyX en su segunda prueba al volante del Citroën DS3 Supercar que utilizó Petter hasta el año pasado.
En los rallyes, la evolución ha sido incluso más deslumbrante, con prácticamente podios en todas las citas que ha disputado hasta el momento en Letonia al volante de un Peugeot 208 R2 de SRT y Veronica Engan como copiloto y conductora en los enlaces. Después de expresar su interés por la reglamentación del Campeonato Italiano de Rallyes en el que se encuentra compitiendo ahora Kalle Rovanperä, parece que el camino de Oliver Solberg se alejará ligeramente de la trayectoria del finés, con el que apenas se lleva un año de diferencia.
Según Motorsport News, Oliver tiene como objetivo también el de debutar en el Mundial de Rallyes de 2018, ya con 17 años en el Rally de Gales (cumple años el 23 de septiembre y dependerá de las fechas y superar el examen previo en GB), aunque en este caso sería al volante de un Peugeot 208 R2 y no con un R5 como es el caso de Rovanperä.
Antes de todo ello, el plan será el de combinar un programa en el Letonia y Estonia, compaginándolo con la disputa de cinco pruebas en el Campeonato de Europa de Rallyes. Para ello se supone que contará con el apoyo de Peugeot Noruega, la cual está respaldando económicamente la andadura de esta nueva joven estrella nórdica que corre, al igual que Rovanperä, bajo bandera letona.
Aunque sus resultados ya están siendo convincentes, Oliver ha decidido junto a sus padres apuntarse en la Academia de la FFSA, la Federación Francesa, donde recibirá clases durante los próximos tres años y a buen seguro le ayudará en su formación como piloto total, tanto en relaciones públicas, comunicación con los técnicos y finalmente el tan consabido aprendizaje de la conducción sobre asfalto, tradicionalmente una de las áreas que mejor se les ha dado a los galos y que más ha costado a los escandinavos.
Los rallyes es lo que quiero hacer. El rallycross es un buen entrenamiento y pilotar el supercar me ayuda con el control del coche y la velocidad es muy divertida, pero estoy aprendiendo mucho en los rallyes también. El rally que hice en Estonia, fui segundo en mi clase y aprendí mucho sobre las notas. Fue mi mejor evento de lejos.
Vía | Motorsport News