En el día 1 después de Bernie Ecclestone se están oyendo muchas tonterías. Lo siento por soltarlo así, pero es la impresión que tengo. Tras los anuncios en tromba que se sucedieron en la tarde-noche europea del lunes, los medios nos hemos lanzado a preguntar las distintas voces de Liberty Media por absolutamente todos los frentes abiertos que se nos pudieran ocurrir (¿a quién le importa el maldito GP urbano en Londres salvo a algún medio conservador británico necesitado de abrigo bajo la Union Jack??). Y por supuesto Liberty no ha desmentido gran cosa: todo es publicidad gratuita y mayor expectación en un año donde los coches se presentarán más tarde que nunca. De algo hay que hablar.
Liberty no ha comprado un deporte, ha comprado un negocio que aunque algunos lleven viendo toda la vida en decadencia y corrompiendo sus principios sigue siendo muy rentable. Y por lo tanto se va a andar con mucho cuidado antes de tomar decisiones estratégicas trascendentales. Es absurdo pensar que para esta misma temporada vayamos a ver cambios en los canales de emisión del Mundial de F1 (en abierto o de pago, por streaming o por TV convencional) cuando hay tantos contratos en vigor y la televisiones siguen siendo una fuente de financiación casi inagotable. Esos cambios sólo se producirán a medida que vayan venciendo los contratos existentes.
Tampoco es razonable pensar en grandes cambios en el reglamento técnico y deportivo cuando se avecina todo un cambio de normativa. Lo importante será analizar si ésta es exitosa y qué retoques se pueden introducir para perfeccionarla, pero sería una locura imponer a los equipos un cuarto cambio de reglamento técnico en una década (2009, 2014, 2017…). Tampoco es posible cambiar de la noche a la mañana los circuitos. Y además sería muy inocente creer que actualmente la Fórmula 1 puede atraer más fabricantes. Primero, porque ningún otro campeonato internacional dispone de tantos fabricantes plenamente implicados bajo un mismo reglamento en estos momentos. Y luego porque eso tampoco es la F1: la era de 2003 a 2009, con más de media docena de motoristas, fue un espejismo que acabó en batacazo.
Paciencia. No dudo de que Liberty Media puede aportar muchas cosas interesantes a la Fórmula 1 y por supuesto abrir la ventana y que entre aire fresco no le hará ningún mal al campeonato. Pero como ocurre en cualquier proceso de compra, a los nuevos propietarios les encanta que se hable de ellos. Para ver cambios de calado tendremos que esperar.
Foto | Red Bull Content Pool