Prácticamente había un silencio total desde el pasado mes de diciembre acerca del Kit FIA R4 desarrollado por ORECA. En aquel momento se anunció que el primer paso de la homologación por parte de la Federación se había dado tras el debut ‘competitivo’ en el Rallye du Var. Pasaron las semanas y no había noticias al respecto por parte del preparador galo, algo que para muchos fue una señal de que el proyecto en el que tanto había trabajado Jean Todt como escalón intermedio se podía haber venido abajo incluso antes de empezar. Afortunadamente las razones del retraso parecen haber sido mucho más positivas.
En el último comunicado realizado por ORECA se confirma que el Kit R4 se encuentra oficialmente aprobado por parte de la FIA desde el pasado 8 de junio y la homologación durará los próximos siete años. En total más de 800 piezas que han tenido que ser revisadas y homologadas para que todo esté preparado para el inicio de su comercialización, todas ellas necesarias para que el vehículo definitivamente pueda ser aprobado por las distintas federaciones nacionales de cara a competir en dichos campeonatos (en Argentina ya se han erigido como los principales candidatos a reemplazar a los Maxi Rally cuando se termine su pasaporte deportivo) y en certámenes regionales como el APRC, ERC, CODASUR o MERC.
La mayoría de los detalles hasta el momento ya los conocíamos: cualquier vehículo de producción puede ser adaptado siempre y cuando se ensamblen al menos 2.500 unidades en 12 meses consecutivos. El motor 1.6 turbo será de origen PSA, erogando unos 265 CV de potencia, a lo que habrá que sumar los distintos elementos de los que se compone el mismo (caja de cambios de 5 velocidades, depósito de combustible, ejes, transmisión, sistema de frenos, bomba de combustible y anclaje de la suspensión al chasis).
La noticia ha venido de la mano en cuanto al precio final del Kit. A pesar de que se anunció en un principio en 108.000 euros por normativa, en ORECA han dado un paso adelante para ofrecer una alternativa mucho más económica, en este caso 85.000 euros sin impuestos, algo a lo que habrá que sumar que el mantenimiento de uno de estos vehículos es muy inferior al de un R5. Ahora sólo queda esperar y ver cómo responden los equipos, así como si la premisa de atraer nuevos modelos a la disciplina se cumple.
