El escueto comunicado realizado por el preparador galo la pasada semana, el cual anunciaba que habían sido los elegidos por la FIA para fabricar los nuevos Kit R4 dejó más dudas que certezas. No en el sentido de que ORECA no sea el candidato ideal para este menester, sino porque en él no se daba ninguna cifra ni dato objetivo más allá del tipo de motorización que se utilizará: un propulsor 1.6 turbo derivado de la serie y puesto a punto en los talleres que tiene el fabricante en Magny-Cours.
Ha sido a través de la edición impresa del semanario francés AUTOhebdo, en el que se especifica algunas de las características principales que tendrán los nuevos R4 de tracción total. Empezando por el precio del kit: 108.000 € sin impuestos incluidos, algo que sumado al precio del coche que se utilizará como base y el resto de piezas que no se incorporan en el paquete suministrado por ORECA (motor, transmisión Sadev, dirección, depósito de combustible y sistema de frenos) puede hacer que el precio se vaya hasta los 170.000 € sin impuestos con el vehículo listo para competir.
Recordemos que el objetivo de la FIA era el de situarlo como escalón intermedio entre los R3 y los R5. Teniendo en cuenta que estos últimos se disparan hasta los 230.000 € en sus opciones más económicas, el escalón presupuestario de estos R4 parece nivel medio tirando más bien a alto. Obviamente también habrá que tener en cuenta los gastos por kilómetro y de repuestos. Es ahí donde se espera que obtenga mayor ventaja respecto a los R5, reduciendo el coste por kilómetro entre un 30 y un 35% y una vida de los componentes más larga. Estarán comercializándose a partir de finales de verano y se espera empezar a verlos competir a final de año.
El motor, al igual que en el caso de los N5 españoles y de los Maxi Rally argentinos está derivado del que monta el Peugeot 308 GTI de serie con pequeños ajustes realizados por ORECA. El motor del utilitario francés, que sin duda está siendo un éxito de ventas en este sentido, entregará unos 265 CV de potencia, lo que le situaría en un rango de entre medio segundo y un segundo más lento que un R5. Situación comprensible si tenemos en cuenta que en el desarrollo de un R5 se llegan a invertir cifras astronómicas (incluso para su homologación) por lo que a ningún fabricante le gustaría encontrarse a un coche hecho en un taller con un Kit R4 peleándole en los tramos.
Foto | Tango Competición