Hugues de Chaunac, presidente de ORECA, declaró que ha elevado una queja tanto a la IMSA como al ACO porque si bien entiende la situación critica que representa el COVID-19, está preocupado porque el tiempo transcurre y no se anuncian las regulaciones técnicas que tendrá la plataforma LMDh. Advierte que para los interesados que hacen vida en el WEC este retraso les afecta en gran medida ya que compromete los plazos para diseñar y fabricar un prototipo. En tal sentido exhortó a que se realicen reuniones virtuales para al menos avanzar en lo básico.
Se tenía estipulado que el pasado 20 de marzo, cuando la IMSA y el WEC coincidirían en Sebring, se establecerían las primeras regulaciones para que así los interesados en alguna de las plataformas propuestas, LMDh o LMH, iniciara las primeras fases de sus respectivos programas. Pero al ser suspendida la carrera quedó en el aire el borrador con el conjunto de regulaciones. En tal sentido, John Doonan, presidente de la IMSA, anunció que se habían pospuestos las reuniones a causa del COVID-19, pero que a pesar de los retrasos el reglamento sigue avanzando.
Pero Hugues de Chaunac no está conforme con el ritmo y la forma en que se están realizando las reuniones, para él en un plazo no mayor de los próximos diez días debería estar listo ese borrador para evitar contratiempos en la parte técnica o consecuencias negativas en lo que respecta a inversionistas. Se habla de que el pasado miércoles se celebró una reunión virtual entre representantes de los cuatro fabricantes de chasis adscritos a la IMSA, pero nada se ha dicho acerca de los motores y allí pudiera estar una piedra de tranca porque el COVID-19 está provocando que los proveedores mediten involucrarse en programas de competición.
Indicó que ORECA mantuvo conversaciones serias con al menos tres fabricantes antes de originarse la pandemia, misma que ha provocado una pausa en toda competición de motor y en la misma producción para el mercado comercial. La incertidumbre es para todos, la economía se va a resentir y la única forma de resistir esta tormenta es buscar las maneras de reanudar actividades de forma segura. Por experiencia, estipula un plazo de tres a cuatro meses para tener casi listo un coche, más allá de ese tiempo comienzan a generarse deudas y se duda de que sea un buen negocio.
En palabras de Hugues de Chaunac:
Actualmente la incertidumbre es para todos. En ORECA, estamos viendo cómo salir de esta crisis. Estamos pensando en ver cuáles actividades podemos o no realizar. Tenemos que anticiparnos a lo que vendrá, debemos ser ágiles, tener la capacidad de adaptarnos. De nuestro lado no podemos esperar demasiado, hay un compromiso y es obligatorio. La IMSA y el ACO deberán anunciar dentro de ocho a diez días el reglamento acerca de la convergencia entre el LMDh y el Hypercar. Estamos esperando buenas noticias.
Vía | Sportcars365