Calor y mucha degradación para esta penúltima cita antes del parón estival. El Gran Premio de Hungría tenía preparada una carrera llena de emoción, con distintas estrategias disponibles y la opción de nuevo de ver a un coche que no fuera un Red Bull consiguiendo el triunfo después de que Mercedes-AMG F1 consiguiera las dos anteriores en Spielberg y Silverstone. Esa variedad estrategia ya estuvo presente desde la parrilla de salida con los Aston Martin, Alex Albon y Kevin Magnussen optando por el blando, mientras que Checo y Russel, saliendo desde muy atrás, optaban por el duro, al igual que un Pierre Gasly que salía desde el pit-lane.
Ya desde la arrancada iban a saltar chispas, especialmente en el momento que Max Verstappen aprovechaba una peor salida de Lando Norris para meterse en un paralelo entre los tres que terminaría con el neerlandés viéndose completamente empujado por los dos McLaren hacia el exterior, donde el tricampeón conseguiría adelantar al británico para ponerse a espaldas de Oscar Piastri.
No tardaría demasiado en funcionar la radio para advertirle a Verstappen que lo adecuado era dejar pasar a Lando antes de recibir una sanción, un Norris que además tenía dudas sobre si el pedal de su monoplaza estaba correctamente después de haber notado algo raro en su giro de salidas. Hubo mensaje de Max a través de radio para los comisarios: «Ya le puedes decir a la FIA que a partir de ahora entiendo que podemos echar a la gente de la pista»
Tras ellos, Carlos Sainz perdía posiciones, no sólo cedía en el duelo con Lewis Hamilton, sino que también caía detrás de Charles Leclerc y de Fernando Alonso. El madrileño recuperaría la posición respecto a Fernando Alonso aprovechando la pronta activación del DRS y el diferencial de velocidad entre el SF-24 y el AMR14. No había color y el de Aston Martin no pudo conservar la posición ni siquiera contando con un neumático de un compuesto más blando que el que llevaba Sainz.
El neumático blando se consumía a gran velocidad y esto llevaba a ver las primeras paradas de los competidores ya en la vuelta número ocho, entre ellos el propio Fernando Alonso. Esto lo aprovechaban especialmente los pilotos que salían con el duro muy fuera de posición, entre ellos Checo Pérez y George Russell que se metían en las posiciones reservadas para los puntos desde muy pronto.
La carrera entraba en esos momentos en un duelo de estrategias en los que claramente los que habían optado por el blando para el arranque se estaban quedando atrás hasta el punto que el propio Fernando Alonso siendo ya muy crítico con la opción estratégica por la que habían optado en Aston Martin: «Hemos perdido la carrera con todo el mundo». La carrera iba a entrar entonces en una calma tensa en la que Lewis Hamilton se metió directamente en la lucha con Max Verstappen aprovechando que el de Red Bull Racing parecía no estar en disposición de seguir el ritmo de los McLaren.
Se abría lo que parecía ser un conflicto interno para una McLaren que todavía tiene que decidir si está lista para pelear por los títulos este año. Coche competitivo tienen y dos pilotos a primer nivel también pero lo ocurrido en la última parada, en la que los de Woking decidieron priorizar que Lando Norris se cubriera respecto a un Lewis Hamilton que venía desde atrás con el duro, lo que propició que el británico hiciera de forma indirecta un undercut a su compañero de equipo, el cual tardó dos vueltas en entrar para cambiar al último juego de ruedas.
A partir de ese momento, la emoción se puso en conocer cuál iba a ser la respuesta de una Lando Norris que en un primer momento no parecía estar muy dispuesto a devolver la plaza. Incluso desde el muro el ingeniero de carrera le pidió que confirmara que le estaba funcionando correctamente la radio ante la no respuesta por parte del ganador del Gran Premio de Miami. Will Joseph, su ingeniero tiró de toda la diplomacia posible para entrar en razón a Norris: “Lando, necesitas al equipo para luchar por el título”. “Lando, recuerda lo que hemos hablado”. “Lando, te estamos haciendo un favor”. Finalmente Norris aceptó y sin decir nada por radio dejó pasar a un Piastri que para entonces ya había tenido dos grandes sustos en la escapatoria de la curva 12, llegando incluso a tener un trallazo al pisar la grava de esa zona.
Aun así lo consiguió salvar todo para alcanzar su primera victoria (ya tenía una al sprint, pero no en domingo), se firmó el tratado de ‘Budapest’ para evitar una guerra civil entre los dos pilotos de Wooking y se dio un paso de gigante para recortar puntos importantes a Red Bull Racing, especialmente después de que Verstappen se lanzara a la desesperada a intentar adelantar a Lewis Hamilton en la curva 1, con un contacto entre ambos monoplazas en el que el RB20 se llevó la peor parte.
El neerlandés cayó a la quinta posición, todo un logro viendo la altura que alcanzó el tren trasero del Red Bull tras el contacto neumático con neumático. Victoria para Oscar Piastri, seguido por Norris y Hamilton en el podio. Leclerc sería quinto con Verstappen quinto y Sainz sexto, mientras que Checo Pérez y George Russell completaron sendas carreras solidas para llegar respectivamente séptimo y octavo, por delante en este caso de un Yuki Tsunoda que le volvió a ganar la partida a Daniel Ricciardo, mientras que Lance Stroll terminó décimo por delante de Fernando Alonso aprovechando que tenía mejor goma.
El único abandono sería el de Pierre Gasly, mientras que las sonrisas en McLaren no eran completas, en gran parte porque a Lando Norris no le gusta perder y en el equipo y en el lado de Piastri tampoco sentó del todo bien esa tensión durante dos vueltas con la incertidumbre de si Lando iba a devolver la posición o si se iba a desatar una guerra interna. En Red Bull la situación tampoco fue la más agradable, con Verstappen muy crítico desde la salida con la FIA y también posteriormente por la estrategia que había decidido su equipo.
En el último stint, el tricampeón salió a morder y en el equipo le echaron en cara que no gestionara la goma, lo que tuvo un ‘rejonazo’ dialectico por parte del neerlandés a través de la radio: “Es increíble cómo dejamos que nos hagan un ‘undercut’ y jodemos mi carrera”, además de un contundente: “Estoy arreglando vuestra estrategia de mierda”.