Se le podrá resistir la Indy 500, pero está claro que la IndyCar está hecha como anillo al dedo para Alex Palou. El español de Ganassi volvió a dar un recital en el reestreno del trazado urbano de Detroit y se anotó pole y victoria para alejarse al frente del campeonato. Apenas superado el primer tercio de temporada Palou disfruta ya como líder del certamen de más de una carrera de renta sobre sus rivales.
En un trazado corto y muy bacheado los errores se sucedieron en entrenamientos libres, incluyendo los del propio Palou, pero cuando empezaron las cosas serias el catalán estuvo imbatible y marcó la pole con tres décimas de ventaja sobre Scott McLaughlin en una vuelta de apenas de un minuto. Quizá la sorpresa de la sesión de clasificación fue volver a ver sufrir a los McLaren, con Felix Rosenqvist siendo el mejor (9º) por delante de O’Ward (10º) y Rossi (13º, caído en primera ronda).
En todo caso y por las características del trazado, que sustituía a Belle Isle en una zona muy similar a la empleada en los años ochenta, se antojaba una carrera larga y plagada de incidentes que no tardaron en llegar: en la salida Callum Ilott se comió la trasera de Kyle Kirkwood, forzando la primera aparición del coche de seguridad. Sin embargo Palou no tuvo problemas para mantener el liderato ni en la salida, ni en la resalida y abrió rápidamente hueco, alcanzando los diez segundos hasta que Power, que salía séptimo pero optó por neumáticos duros, logró remontar hasta la segunda posición y reducir esa ventaja.
De forma muy sorprendente casi se alcanzó el ecuador sin mayores incidencias, pero un error de juicio de Patricio O’Ward, desquiciado tras un error en boxes de sus mecánicos, y una salida de Sting Ray Robb provocaron nuevas banderas amarillas, bajo la segunda de las cuales se accidentaron Graham Rahal y Benjamin Pedersen. En la resalida Alex Palou sufrió un problema de cambio y con goma blanda Power no desaprovechó la oportunidad de colocarse en cabeza… pero la degradación terminó por jugarle una mala pasada y pocas vueltas más tarde el español se la devolvió al irse largo, tras lo cual tuvieron lugar las últimas paradas en boxes.
Todo parecía encaminado hacia una victoria tranquila de Palou, pero un error de Romain Grosjean, que se comió el muro, forzó una nueva intervención del coche de seguridad. Y ahí llegó el momento más crítico para el catalán, que tuvo que apurar mucho la frenada en la resalida para conservar posición, lo cual a su vez provocó que se tocaran Power y Dixon, sufriendo el de Penske la activación del mecanismo anti-stall, de lo cual se benefició Alexander Rossi para situarse segundo de forma absolutamente sorprendente.
Pero en McLaren hay ganas de guerra y Felix Rosenqvist plantó cara de manera excesivamente dura quizá a su compañero Alexander Rossi. Fueron unas últimas vueltas de infarto, un regalo para el espectador, pero ello permitió que Will Power accediera de nuevo al segundo puesto, por delante del sueco, Dixon y Rossi. Y por delante, Palou en una exhibición. Es necesario destacar en todo caso también la remontada de Kyle Kirkwood hasta el sexto puesto, así como una muy aseada prestación de Agustín Canapino, 14º pero rondando el ‘top ten’ durante buena parte de la carrera.
Alex Palou amplía de este modo su liderato al frente de las IndyCar Series hasta los 51 puntos sobre Marcus Ericsson (9º en Detroit al sufrir con las gomas en la parte final), siendo la próxima cita en Road America dentro de dos semanas.
Foto | Chip Ganassi Racing – Twitter