A la espera de que se desenmarañe su lío contractual y se puede así aclarar dónde pilotará la próxima temporada, Alex Palou al menos pudo dar un golpe encima de la mesa y despedirse de la campaña 2022 de IndyCar Series con un gran sabor de boca tras imponerse de forma incontestable en Laguna Seca. Eso sí, lógicamente los focos en la última cita de la temporada fueron para el campeón, Will Power, con un fin de semana para la historia.
El australiano de Penske llegaba con todo de cara a la cita definitiva, pero tenía además otro reto en California: desempatar con Mario Andretti en el récord de poles. Y lo logró el sábado al firmar su 68ª pole por delante del sorprendente Callum Ilott, que con Juncos ha dado un claro paso adelante a lo largo de la temporada. La pole daba además alas a las aspiraciones de título de Power pues ni uno solo de sus rivales se metió en la última ronda de clasificación. Alex Palou fue quinto, pero un cambio de motor le obligaría a salir undécimo.
Debiendo remontar, el catalán optó por salir con el compuesto más duro. Pero entre que su ritmo siempre fue bueno y que el compuesto más blando mostró una degradación por otra parte ya temida, Palou pronto apareció en los puestos de cabeza, hasta superar en pista a un Will Power que prefería echar la vista atrás. El momento de mayor tensión fue el abandono de Callum Ilott, pero Dirección de Carrera mantuvo el (discutible) criterio mantenido a lo largo de toda la temporada y dio a los líderes la opción de parar en boxes antes de sacar el coche de seguridad.
Con Power limitándose a contener a Felix Rosenqvist en la resalida y controlar a sus rivales por el título después, Palou dijo adiós y abrió un hueco insalvable hasta cruzar meta con medio minuto de ventaja por delante de Josef Newgarden, que remontó en vano desde el fondo de la parrilla, y el propio Will Power, ya doble campeón de IndyCar Series. Palou por su parte cierra la temporada en quinta posición, empatado a puntos con el cuarto, McLaughlin.
Foto | Chip Ganassi Racing