Pasado el ecuador de una extraña dosis de Fórmula 1 acelerada post-pandemia, la categoría más rápida del mundo se presta a un análisis fugaz del casting de 2020. Los protagonistas siguen siendo los mismos, los secundarios de lujo aparecen y desaparecen a partes iguales, peleando sin tregua en la desmedida zona media y los figurantes del final arañan lo que pueden con poco éxito. Sí que está claro que aunque los coches de esta temporada se mantendrán en 2021, los pilotos no serán los mismos y se avecinan cambios en los volantes antes de la teórica revolución de 2022.
Aunque la igualdad es la nota predominante en muchas posiciones, la lucha por las victorias es la más restringida en tiempo. Mercedes ha vuelto a construir un bólido imbatible e indestructible y Lewis Hamilton va encaminado a un séptimo título autoritario ante la falta de consistencia de Valtteri Bottas (que además ya ha sumado un cero, letal en una temporada más corta). La escudería alemana ha sumado ocho dobletes los sábados y tres los domingos y podría ganar el título de Constructores en Portugal, a falta de cinco carreras, otra demostración de poderío del equipo que lo ha ganado todo desde 2014 y sigue con la misma sed de triunfo.
Red Bull es el lejano segundo clasificado, en posición alta y con una espectacular desventaja respecto a los alemanes. Max Verstappen ha brillado y su victoria en el GP del 70º Aniversario le permite obtener una posición excelente de cara a su futuro, si bien quizá ha sacado al RB16 un rendimiento que no tiene. Lo contrario se puede decir de Alexander Albon, cuya falta de velocidad y unos bajones extraños en las qualys han sido cuestionados por Helmut Marko. El tailandés responde mejor en carrera pero su déficit respecto a Verstappen es muy claro. La falta de relevo inmediato en el Junior Team de la bebida energética podría ayudar a Albon a mantener su asiento a corto plazo.
En tercera posición se encuentra McLaren con su mejor campaña desde 2012. Parece que el rol de ambos pilotos se ha intercambiado respecto a la temporada pasada: Lando Norris ha dado un paso adelante y es la gran referencia de un equipo en alza, aunque el británico necesite en ocasiones cierto empuje que no siempre se ha dado en las posiciones altas. Carlos Sainz ha hecho mejores qualys, rozó la victoria en Monza y también ha tenido mala suerte a ratos, hecho que le deja lejos de su compañero a pesar de ser ambos muy rápidos. El futuro separado de Norris y Sainz a partir de 2021 debería plantear una batalla interesante hasta el final.
Racing Point debería estar en el tercer puesto pero es cuarto ya que la denuncia que interpuso Renault le costó 15 puntos. El RP20 es obviamente un buen coche debido a su “inspiración” en el Mercedes W10 y sin embargo la irregularidad está matando la campaña de un grupo que debería estar más arriba. Lance Stroll y Sergio Pérez están mezclando días sólidos con carreras flojas y algún accidente imprevisto al salir en la zona media, si bien el canadiense tiene un podio que el mexicano suele pescar en ocasiones. La opción inicial de ser tercero puede quedarse en quinto si el equipo anglo-canadiense no vigila y contraataca a sus rivales.
Renault es una de las sorpresas de esta temporada, quizá no por su competitividad sino por su cercanía a la zona alta. Daniel Ricciardo es regularmente bueno, un hecho que no siempre ha acompañado al australiano y muestra una consistencia que ha aupado a los galos. Su autoridad ha tornado en discreto el regreso de un Esteban Ocon que no ha hecho mal las cosas y necesita un empujón para no quedar en ridículo respecto a Ricciardo. La mezcla de un piloto que ha aprovechado las oportunidades y otro que no ha marcado el año de Renault y McLaren y los paralelismos podrían continuar hasta el final de la asociación entre ambas partes.
Qué decir de Ferrari que no se haya mascullado ya, año para olvidar de un equipo tan histórico como cargado de responsabilidad. El coche italiano no ha respondido a un concepto erróneo y ya es desgraciadamente habitual ver a un SF90 (o a los dos) cayendo en Q2 o perdiendo posiciones los domingos ante rivales más potentes. Sí que existe cierta diferencia entre pilotos, ya que Charles Leclerc es la pieza frontal y así lo ha demostrado cuando ha podido, podios imprevistos incluidos. Sebastian Vettel ha sumado en total menos puntos que su compañero en la primera carrera y el alemán deberá acabar su periodo en Maranello de la forma menos gris posible.
Se podría ver más positividad dentro de la medianía de AlphaTauri. El equipo de Faenza está en una tierra de nadie casi imposible de solventar, muy por delante de los tres últimos y al mismo tiempo lejos de la lucha por el tercer lugar. La improbable victoria de Pierre Gasly da alas a un piloto brillante que tiene ahora más opciones de mantenerse en la Fórmula 1 por mucho tiempo, mientras que los días de Daniil Kvyat parecen contados ante la aparición de Yuki Tsunoda (piloto conjunto de Red Bull y Honda) en F2. Está por ver si AlphaTauri podrá aproximarse a Ferrari o ambas escuderías italianas siguen en su propia zona de la clasificación de Constructores.
Alfa Romeo es la mejor escuadra de la zona baja con el acertado concepto de sacrificar la velocidad a una vuelta para ganar constancia en carrera. Tanto Kimi Räikkönen como Antonio Giovinazzi han preferido mostrar sus dotes en los Grandes Premios con paciencia y ambos han visto la recompensa de los puntos, única esperanza de los italo-suizos en 2020. La discreción absoluta más allá del octavo lugar debería ser sinónimo de cambios de cara al próximo año, tanto por buscar un relevo inmediato como por opciones variadas dentro de la Ferrari Driver Academy, si bien Räikkönen y Giovinazzi no han desentonado en líneas generales.
El desacierto ha sido más notorio en Haas, estructura de bajón claro y limpieza de pilotos necesaria. En temporadas precedentes, Kevin Magnussen sacó resultados ausentes en Romain Grosjean, más experimentado e irregular que el danés. Nada que ver con su cuarto y más que probable último año juntos en casa estadounidense, sumando el déficit de velocidad del motor Ferrari a un coche que sigue siendo una pesadilla para los neumáticos. La discreción habitual del francés y los múltiples abandonos de Magnussen les dejan en una cuerda floja de la que no deberían salir ante los rumores de juniors de Ferrari y veteranos caídos hacia sus asientos.
Williams cierra la clasificación por tercera temporada consecutiva y los trabajadores de Grove pueden por lo menos estar satisfechos del mejorado rendimiento en pista. George Russell asalta la Q2 cuando puede y Nicholas Latifi ha mostrado mucha paciencia para ser un rookie, necesaria para demostrar mejor el talento. Nada de eso se ha transformado en puntos y los bajones de Russell en carrera no ayudan a un grupo competitivo que ha plantado por fin una buena base y podría aprovechar más líos en el último tercio de un extraño 2020 que tendrá cierta continuidad hasta que el cambio de reglamento de 2022 intente alterar la Fórmula 1 de nuevo.
