El regreso del Gran Premio de Francia al calendario del Mundial de Fórmula 1 se saldó con un balance generalmente positivo en 2018. Los atascos y problemas de circulación afectaron a los aficionados en un evento que cometió las típicas imprecisiones y errores de juventud. Dichas equivocaciones también ocurrieron en la pista, ya que los pilotos se quejaron amargamente de la repentina y peligrosa entrada al pit lane del circuito de Paul Ricard, muy cercana a la última curva y que ponía en riesgo a los integrantes de los equipos al realizar las paradas en boxes.
Parece ser que las quejas de los equipos han sido escuchadas y todo apunta a que Paul Ricard dispondrá de una nueva entrada al pit lane, al menos para el GP galo. La nueva entrada estará en la penúltima curva y permitirá a los pilotos atajar la última parte del trazado para irse al pit lane, en una maniobra que podría recordar a la que se hacía en la Variante Bassa de Imola entre 1995 y 2006. Se espera que la FIA publique pronto la posible modificación de la entrada a boxes y su consiguiente límite de velocidad, reducido de 80 a 60 km/h en el fin de semana del Gran Premio ante la imposibilidad de modificar dicha entrada.
El cambio debería hacer menos peligrosa una zona extraña con un cercano muro más que evitable y con la voluntad de mantener el trazado cercano a Marsella en el siempre solicitado calendario de F1. Todas las curvas del mismo han sido reasfaltadas durante el invierno para evitar la aparición de baches en un circuito que se convertirá en el que más veces ha albergado el GP francés si llega al final de su contrato en 2022. No se prevé modificar el diseño a usar, incluyendo la chicane de la recta trasera al considerarse un lugar de adelantamiento e impidiendo así poder ver los coches a pleno pulmón mecánico en una recta de dos kilómetros de longitud.
Aunque las curvas han sido retocadas no ha sido el caso de las rectas, que permanecerán igual de cara a la segunda visita seguida de los monoplazas más rápidos del mundo. Charlie Whiting visitó Paul Ricard recientemente para dar el visto bueno a todos los cambios realizados y poder así corroborar la seguridad de los participantes en próximas sesiones de test en Francia y en el propio Gran Premio, a disputar a finales del próximo mes de junio.
