Paul Ricard regresó a la Fórmula 1 en 2018 en un concepto de vida extraño que le ha llevado a más críticas que halagos. El circuito galo volvía por primera vez desde 1990 y lo hacía en el trazado largo, muy parecido al que ya se había usado entre 1971 y 1985 a diferencia del corto que se empleó los siguientes cinco años. Sin embargo, la estrechez de algunas zonas concretas, la lentitud de un primer sector reprobado, el uso de la chicane en la recta de Mistral y las vistosas coloreadas escapatorias de asfalto son algunos de los elementos que no han gustado a los competidores del campeonato más rápido del mundo.
Los responsables del trazado francés se han reunido con la FIA y la FOM para buscar cambios que mejoren la acción en pista y faciliten los adelantamientos. Entre dichas propuestas se encuentran una remodelación completa del primer sector, un perfil más estrecho de la chicane de la recta de Mistral y el añadido de una tercera zona de DRS en la llegada a Signes. La clave económica del asunto aún no se ha afrontado y se cabrá esperar a ver qué soluciones aporta y se ejecutan con la ayuda de Eric Boullier, hombre clave en la negociación.
El ex director deportivo de McLaren dejó su cargo en Woking a mediados de 2018 y tomó el lugar de consejero estratégico del Gran Premio de Francia, principal enlace entre la organización de la carrera, el circuito y los organismos de poder internacional. Boullier dice que ha hablado con el director de carrera de F1 Michael Masi y con otros miembros importantes de la FOM desde el pasado julio en busca de soluciones para dar mejores carreras en Paul Ricard. El principal área a afrontar es el primer sector, que no permite a los coches seguirse con facilidad en una carga de velocidad media y se ha descartado quitar la chicane de Mistral, aunque sí estrecharla.
Les pregunté qué debíamos hacer y me enviaron un diseño de circuito completamente distinto al actual Paul Ricard, ahora debemos decirles qué ideas nos parecen bien y estamos de acuerdo para llevar a cabo. La primera parte de la pista parece ser nuestro objetivo en común, podríamos hacer una zona más rápida de grandes frenadas y seguir con dos rectas que ayuden a los equipos a usar menos carga aerodinámica; nos quedaremos con Signes y Beausset porque son curvas icónicas. No quitaremos la chicane porque aunque dé más espectáculo, ahí hay un tribuna de 10000 personas que el organizador necesita. También hubo muchos adelantamientos allí en ambas carreras. Sí podemos estrechar dicha chicane y acortar la frenada para que haya más sobrepasos en Signes, con la ayuda de una tercera zona de DRS.
Entre los planes para 2020 también figuran un nuevo y completo calendario de categorías teloneras ante la ausencia de la F2 y F3, que según Boullier incluirá un paddock abierto parcialmente para los aficionados al estilo Goodwood. «Hemos pedido a la FOM poder llevar categorías con más de 30 coches, que den espectáculo y contenten a los fans en el asfalto. Al ser también el 70º aniversario de la F1, me encantaría tener un paddock abierto y varios coches antiguos, que los aficionados puedan tocar los vehículos y hablar con sus propietarios. No es bueno tener paddocks cerrados a todo el mundo, abrir la ventana siempre es necesario», explicó Boullier.