El pasado lunes, os informábamos sobre el nuevo proyecto desarrollado por Toyota para las 24 Horas de Fuji que se celebrarán entre los días 22 y 23 de mayo. Concretamente se trataba de la creación de un vehículo de competición sobre la base del Toyota Corolla Sport y con un propulsor alimentado por hidrógeno. El proyecto no podía tener mayor oficialidad que la de estar gestionado por la estructura ORC ROOKIE Racing, el equipo del propio Akio Toyoda, presidente de la Toyota Motor Corp., en una nueva demostración del responsable de la compañía de su amor por las carreras y su intención de emplearlas como uno de los mejores laboratorios de pruebas que existen sobre la faz de la tierra.
Como ya comentó Àlex García en su artículo, se trataba de un motor tricilíndrico de 1.6 litros turbo (de origen GR Yaris) y que entrega más de 260 caballos de potencia, preparado específicamente para emplear hidrógeno comprimido para funcionar, precisamente proveniente de la planta de hidrógeno de Fukushima, en todo un proyecto conjunto que planeaba involucrar a toda la región y potenciar su músculo industrial tan afectado por la pandemia.
Con este tipo de configuración mecánica, paralela a la de la pila de combustible que por ejemplo empleará el LMP H2G del Mission24, se consigue que el sonido del motor se mantenga gracias a que el propulsor realiza la combustión de la mezcla entre el hidrogeno puro y pequeñas cantidades de aceite de motor, consiguiendo así que el resultado de las emisiones C02 sea prácticamente cero. En el caso de los vehículos eléctricos “Fuel Cell Electrified Vehicles” (FCEV), utilizan una pila de combustible en la que se produce una reacción química entre el hidrógeno y oxígeno presente en el aire que genera electricidad para alimentar un motor eléctrico, por lo que el sonido del proceso es prácticamente similar al de un vehículo eléctrico alimentado por baterías.
No es tan diferente al de los vehículos de gasolina normales como esperaba. Se siente como un motor normal. Si no me dicen nada, probablemente pensaría que este es un motor normal – Hiroaki Ishiura
Si alguien se resiste al desarrollo de la movilidad, esta pueda ser una solución perfecta, especialmente para los puristas que siempre han defendido el sonido de motores por encima de las necesidades medioambientales. Quedaría por conocer si también las emisiones NOx se reducen significativamente, sin embargo, es la perfecta demostración de que el futuro no está escrito únicamente en una solución técnica y que puede haber lugar para muchas alternativas.
