En medio del reciente Gran Premio de Long Beach inició un rumor acerca de que representantes de Liberty Media estarían en conversaciones con sus similares de Penske Entertainment para adquirir la IndyCar y de esta forma asociar la serie norteamericana con la Fórmula 1. No era tan descabellada la propuesta en vista de que ambas empresas radican en Estados Unidos así que una hipotética negociación no sería tan compleja. En la semana el rumor acrecentó y llegó hasta Europa, allí la prensa indicó que el último paso para que Liberty Media se haga con el control del mercado americano sería comprar la IndyCar para crear un nuevo producto.
Se habló de que tras la supuesta negociación, la IndyCar se alejaría de circuitos ovales, conservando únicamente las 500 Millas de Indianápolis, para inclinarse hacia circuitos urbanos. También se especuló sobre establecer una nueva generación de monoplazas más avanzados, similares a los Fórmula 1, con la posibilidad de que se intercambien pilotos de un campeonato a otro. En este caso, la IndyCar funcionaría como una serie más complicada que la Fórmula 2 y serviría para proyectar en gran medida a talentos estadounidenses.
Sin embargo, todas estas especulaciones carecen de fundamento. Según explicó Bud Denker, presidente de Penske Corporation, no existe interés en vender la IndyCar y ni siquiera se sienten amenazados por el crecimiento de la Fórmula 1 en los Estados Unidos. Penske compró la IndyCar y el circuito de Indianápolis en el 2020 y las acciones se han revalorizado, lo que lleva a suponer que para Liberty Media sería complicado realizar una oferta por el campeonato y rentabilizar tal inversión cuando es un producto muy similar al que ahora comercializan por el mundo.
En palabras de Bud Denker:
No hay nada de cierto en eso. No ha habido discusión y, francamente, no venderíamos. Ser propietarios de la Indy 500 y de la IndyCar Series van de la mano. Compramos esta serie y compramos el circuito en 2020 y mientras tengamos ambos, permanecerán juntos.
Vía | Racer
