A juzgar por las palabras de Pepe Oriola en una breve entrevista concedida a SEAT Sport, el español debería ser un fijo en la nueva etapa del Mundial de Turismos, reconvertido en Copa del Mundo y que pasa a tener por siglas WTCR. Oriola fue de los primeros pilotos en abandonar el WTCC al no encontrar asiento al volante de un TC1 para apostar por las TCR International Series de Marcello Lotti y la ‘reunificación’ de 2018 invita a su regreso a la categoría en la que se fogueó a nivel internacional.
Según explica, “desde sus inicios he apostado por el TCR porque estaba convencido que era el futuro y ahora más que nunca se ha materializado. Había disputado el Mundial de Turismos (WTCC), pero la clave del éxito de las TCR se debe a la reducción de costes y a su rendimiento». Eso sí, no se imagina hoy por hoy disputar el nuevo WTCR con otra marca que no sea SEAT, «marca a la cual he representado a nivel internacional desde que tenía 15 años, cuando apostaron por mí en mi primera incursión en el mundo de los turismos. Ser embajador de la marca es mi máxima, y más cuando el próximo año se prevé un salto cualitativo en el TCR. Como soñar es gratis, me gustaría conseguir junto a SEAT el título».
Con dos victorias esta temporada (una de ellas en la última cita) y ocho en el total de las TCR International Series, el catalán siempre ha sido muy competitivo al volante del SEAT León TCR, pero incidentes y sanciones han terminado por apartarle del título en estas tres campañas con Craft-Bamboo. Aún así se muestra «muy satisfecho con mi actuación esta temporada. No ha sido fácil, pero finalizar entre los cuatro primeros es todo un éxito. Ha sido un año muy intenso y competitivo, con la entrada de nuevas marcas y un alto nivel de pilotaje». Además no deja de recordar que «después de tres temporadas el coche continúa teniendo un alto rendimiento. Pese a que el Balance of Performance (BoP) ha sido muy riguroso, el SEAT ha tenido un comportamiento muy competitivo y el campeonato ha estado muy igualado”.
Foto | SEAT Sport
