Afrontábamos el antepenúltimo día del Dakar 2018. Todo parecía estar preparado para ver un nuevo ataque desaforado por parte de Stéphane Peterhansel, tratando no sólo de recortar la desventaja que mantenía con el líder de la general, sino también para forzar un posible error de la pareja española que persigue conseguir su segundo tuareg junto ocho años después del logrado con Volkswagen Motorsport. Esperábamos ese último gran arrebato de Monsieur, ese golpe sobre la mesa que complicara aún más la carrera, pero finalmente no llegó y según el propio Peterhansel, este ha sido el final.
Ocasiones tuvo sin duda. Sainz tuvo una de esas jornadas en las que se pudo haber dejado mucho tiempo, no sólo con el pinchazo inicial, sino también por los problemas con la caja de cambios que acompañaron a él y a Lucas Cruz durante los últimos 15 kilómetros de carrera, no pudiendo engranar otra relación que no fuera la tercera. Finalmente obtuvo 16 minutos de descuento para dejar la diferencia entre amos de sólo 44. Muchos esperaban las declaraciones de Stéphane a final de la etapa, unas palabras que dejaban sentenciadas por completo la batalla por la primera plaza de la general.
Es el final y por supuesto trataremos de aguantar la segunda posición. Nos hemos asegurado de gestionar la diferencia con Nasser hoy. Hemos hecho una buena etapa, la especial era parecida a las pistas del Mundial de Rallyes, muy limpia, por lo que daba gusto conducir por ella. Nunca se sabe. Cruzo los dedos por mí, pero también los cruzo por Carlos, porque en las carreras nunca se sabe. Segundo es un buen puesto para nosotros después del gran daño que tuvimos en la primera parte de la etapa maratón. Desafortunadamente, 1 hora y 45 minutos son demasiados, por lo que estar de nuevo en segunda posición está bien.
Peterhansel se había dedicado a mantener detrás de sí a Nasser Al-Attiyah, el cual salía justo por detrás del 13 veces ganador de la carrera. El objetivo pasaba a ser el de sufrir una pérdida menos a los 3 minutos de diferencia que les separaba en su respectivo orden de salida, dando prácticamente por sentenciada la batalla por el segundo puesto que será, salvo debacle, para Stéphane. En las palabras del francés de 52 años se deja entrever que la decisión del equipo ya está tomada: no habrá más ataques y Peterhansel se asegurará de terminar en segunda plaza para completar el doblete en la despedida de Peugeot Sport a los Rally-Raids.
En lo que se refiere a los paisajes, hemos podido contemplar unos cañones preciosos, ha sido fantástico. A nivel de pilotaje, con la excepción de algunos tramos rotos, ha sido muy agradable. No nos hemos estresado en el coche porque Nasser ha salido tres minutos por detrás de nosotros y no nos ha alcanzado. Para controlarlo, teníamos que evitar que nos adelantara y lo hemos conseguido, así que misión cumplida. Si conseguimos salvar este segundo puesto después de todo lo que nos pasó en Uyuni, ni tan mal… Estoy contento porque Carlos ha hecho una bonita carrera y tiene más que merecida la victoria. Es también una bonita forma de recompensar todo el trabajo que ha hecho los últimos cuatro años en Peugeot.
Si hace menos de una semana hablábamos del deseo de poder ver un mano a mano entre Peterhansel y Sainz cuando sólo les separaba media hora en la clasificación general, está claro que ahora hay un pacto entre caballeros para que, si no ocurre un accidente o una avería grave, sea Carlos Sainz el encargado de cerrar el hat-trick de la firma del león, agradeciéndole así todo el trabajo realizado para el equipo y el desarrollo realizado en el buggy desde el fallido 2008 DKR del primer año.
Recordemos que el madrileño era el único con experiencia en este tipo de 4×2 y que el proyecto evolucionó a pasos agigantados bajo su batuta después del desastre del Dakar 2015. Cuando Monsieur Dakar te dice estas palabras después de todo lo conseguido en su carrera deportiva y con los antecedentes en este tipo de situaciones (muchos seguimos recordando su enfrentamiento con Nani en 2014), da una buena muestra del respeto que profesa por Carlos el piloto francés y el resto del equipo. Posiblemente el broche de oro para la carrera de “El Matador”.