Solo habrá quince unidades del Volkswagen Polo GTI R5 construidas antes de que finalice el año, Ninguna de esta primera remesa llegará a España, teniendo las tres primeras como de destino Austria, más concretamente la estructura de BRR dirigida por el propio Baumschlager. Otras dos están destinadas a Italia, concretamente al HK Racing Team, 3 a Bélgica, repartidas entre dos para el equipo de Bernard Munster (BMA) y otra para el THX Racing, 2 para Finlandia, en este caso adquiridas por Printsport, una para Portugal y otra para Suecia, concretamente para la estructura en la que milita en el STCC el futuro bicampeón del World RX, Johan Kristoffersson. Paraguay vuelve a hacer gala de su poderío económico y llevará para su mercado hasta tres unidades de la mano de DIESA S.A., importador de la marca (de Audi, Volkswagen, Porsche y Honda) en el país.
Aunque estos datos ya los conocíamos, dentro del equipo germano planean tener listas al menos otras 35 unidades a lo largo de la temporada 2019, aunque estas proyecciones no quieren decir que puedan ser alguna más de un modelo que veremos debutar en menos de un mes con motivo del Rally de Catalunya. La que se espera que sea la única incursión de Volkswagen Motorsport dentro del WRC2 como equipo oficial contará con la experiencia de Eric Camilli y Petter Solberg para realizar un gran papel y dar un empujón más si cabe al interés comercial que los equipos privados están mostrando por el Polo GTI R5.
Una de esas 35 unidades que planea construir Volkswagen Motorsport podría ya tener incluso piloto si nos ceñimos a las palabras de Petter Solberg en sus declaraciones a Motorsport News. El noruego, bicampeón del World RX y del WRC en 2003, realiza actualmente las labores de piloto y jefe del equipo PS RX, el mismo que está asociado con Volkswagen Suecia en la carrera hacia su segundo año consecutivo repleto de éxitos junto al estelar Johan Kristoffersson. La relación entre el pequeño de los hermanos Solberg y la marca germana se ha ido consolidando con el tiempo, hasta el punto de que se puede hablar ya de casi un equipo oficial dentro del Mundial de RallyCross. Ahora el próximo que puede desembarcar dentro de los de Hannover es precisamente su hijo, Oliver Solberg.
Enrolado en la escuela de la FFSA y contando con los consejos de Sébastien Loeb para depurar su pilotaje sobre asfalto (incluido algún revolcón al volante del Peugeot 208 R2 durante los test), Oliver está compaginando su participación en el RallyX Nordic a los mandos del Citroën DS3 Supercar que utilizó su padre en 2016 con pruebas sueltas de rallyes en Letonia y Estonia hasta que el pasado 23 de septiembre cumplió 17 años. Aunque esta edad que en teoría le podría permitir disputar su primer rally mundialista en Gales, tal y como hizo Kalle Rovanperä en 2017, finalmente se ha tenido que conformar con realizar únicamente los reconocimientos, preparando su llegada al panorama internacional el próximo año.
Es ahí el punto en el que entra Volkswagen, ya que según apunta el propio Petter en una entrevista concedida al medio británico, Oliver estará sentado el año que viene en uno de los nuevo R5 de los germanos que él mismo ha comprado y que debería llegar ya en 2019, justo a tiempo para que Oliver, el cual ya ha probado la potencia de un Supercar de 600 CV y que ha pilotado un WRC de la anterior generación (en el Memorial Bettega del año pasado).
Creo que mi coche debería llegar el año que viene. Honestamente, es muy divertido, es fantástico. Cuando lo probé en Suecia quería seguir conduciéndolo, no me quería bajar de él y está ha sido la forma de hacerlo. Estoy actualmente en RallyCross, los rallyes son únicamente como diversión, pero para Oliver es más de cara al futuro. Él probará mucho con el Polo el próximo año.
Vía | Motorsport News (Edición impresa)
