Se cuentan los días para que se dispute el último gran raid antes de una nueva edición del Dakar y prácticamente nadie quiere perderse el Rally de Marruecos con el objetivo de preparar lo mejor posible la cita sudamericana y el regreso del desierto peruano. Además de los test que suelen organizar los equipos más pudientes en la arena del norte de África, es una buena vara de medir el enfrentarse a los habituales de la Copa del Mundo FÏA de Rallyes Cross-Country en la cita marroquí, algo que también Peugeot Sport aprovechará.
Y en principio lo hará con dos Peugeot 3008 DKR con especificaciones distintas a la versión Maxi con la que disputó y lideró Sébastien Loeb el pasado Ruta de la Seda hasta su accidente. El alsaciano ya estaba confirmado hace algunas semanas y junto a él estará Carlos Sainz, el cual ha llevado gran parte del desarrollo de la que se espera que sea la última evolución y que volverá a una prueba en la que ya ha estado presente en todas las ediciones desde su fichaje por Peugeot.
Con el Peugeot 3008 DKR Maxi fuera de los reglamentos FIA que rigen la Copa del Mundo (sólo pueden competir en esta configuración en el Dakar y en el Ruta de la Seda), Peugeot se verá obligada a poner en liza dos unidades con el ancho estándar, 2.200 mm, el máximo que dicta el reglamento en lugar de los 2.400 mm con los que cuenta el Maxi. Sigue sin estar confirmado si el equipo finalmente traerá más novedades de cara al Dakar 2018, después de anunciar hace unas semanas que el equipo de ingeniero seguía trabajando en mejoras en una versión que no podrá debutar en su variante definitiva hasta el próximo mes de enero, ya en Perú.
Las informaciones por parte del medio francés AUTOhebdo, es que Peugeot puede transformar el Peugeot 3008 DKR en Maxi en apenas dos horas ya que no es necesario modificar el chasis tubular. Incluso se llegó a estudiar la opción de que el buggy de la firma del león se fuese adaptando durante la carrera, variando su ancho dependiendo el tipo de etapa que tocaba afrontar al día siguiente, sin embargo, el reglamento particular de la carrera no permite que el coche cambie la configuración con la que fue verificado una vez iniciada la carrera. Según Bruno Famin, la principal diferencia respecto al Dakar 2017 es que su coche tendrá 50 kg de peso extra, mientras que los de sus rivales serán 100 kg más ligeros.
También se espera que esté presente el nuevo 4×2 que se encuentra en la actualidad desarrollando y probando X-Raid. Dependiendo del resultado de los test que se están llevando a cabo, el equipo alemán decidiría estar o no en la salida de la prueba marroquí. Lo lógico es que Nani Roma, el cual únicamente ha competido en la Baja Aragón y ha realizado alguna salida en moto, llegue finalmente al equipo y se estrena al volante de la última actualización del MINI, esperando ya a 2018 a verificar la construcción del buggy.
En este caso, Bryce Menzies podría ser una buena opción, más que acostumbrado a los trophy trucks de propulsión. Por su parte, Toyota GAZOO Racing South Africa debería dejarse ver, ya sea a través de Overdrive o con su propia estructura con el fin de poner a prueba las novedades que estrenará la Hilux V8 gracias al nuevo reglamento FIA, entre ellas, el nuevo chasis más ligero y menos rígido.