Pierre Gasly está en su segundo año en la Fórmula 1, una etapa siempre complicada que en su caso se ha agravado por culpa del rendimiento irregular y de un debut lejano a su compañero Max Verstappen. El último campeón de la GP2 Series finalizó cuarto en el primero de los dos días de test de temporada en el Circuit de Barcelona-Catalunya y causó una bandera roja justo antes de empezar la última hora de sesión. Gasly dejará mañana su coche al integrante del Red Bull Junior Team Dan Ticktum y ha mostrado un ligero optimismo en sus declaraciones de análisis de la jornada y del comienzo de temporada.
«Me he quedado detenido por un posible problema de transmisión a la salida de la última curva, seguimos investigando pero sabemos que no tiene que ver con la unidad de potencia», comentó en un principio. «No gusta perder rodaje pero creo que hemos aprovechado el día, explorar distintos conceptos y analizar los resultados siempre es positivo. Hemos encontrado datos analizables, aunque quizá no para el Circuit y sí para otras pistas con otras características». Las primeras carreras han sido difíciles para el ascendido desde Toro Rosso, prudente y satisfecho con su evolución.
«Me siento mejor con el coche y sin embargo me queda mucho camino, el equipo intenta ayudarme a evolucionar. Mercedes tiene el mejor ritmo y son mucho más rápidos que Ferrari y nosotros, debemos extraer más de nuestro coche». Según Gasly, su conducción agresiva ha afectado a la parte trasera y a la tracción general del coche y ha cambiado su aproximación hacia los fines de semana. «He reducido el desgaste de los neumáticos y creo que podemos mejorar en una dirección común».
El optimismo es útil para Gasly, que se ve con opciones serias para Mónaco al ser un circuito curvado dónde Red Bull ha peleado por el triunfo en tiempos recinetes. «Espero poder pelear con los Ferrari en Mónaco, en las rectas van mejor y nosotros somos mejores en curva. Igualmente allí lo importante es la clasificación, habrá que realizar una vuelta perfecta el sábado», dijo un Gasly con gusto por el trazado monegasco. «El circuito me gusta por su cercanía con los muros y es muy intenso, el lugar dónde más adrenalina recibe un piloto», concluyó el galo.
