Volkswagen, Acura y Automobiles Gillet no serán los únicos fabricantes que confirmaron durante la jornada de ayer su presencia en la Subida Internacional a Pikes Peak. Además de los alicientes de ver el prototipo eléctrico de los de Wolfsburgo pelear por batir el mejor tiempo de Rhys Millen o las evoluciones del espectacular Simone Faggioli al volante de una barqueta aún más extrema, durante la edición de este año, la 96ª, muy cerca ya del centenario de la “Subida hacia las nubes”.
La cuarta marca en anunciar su presencia ha sido Bentley Motors, fabricante británico que recientemente ha sumado un SUV a su gama de vehículos de producción, el Bentley Bentayga, y ahora pretende aprovecharse del espectacular escenario de la subida a la icónica montaña de Colorado para no sólo hacer algo de publicidad, sino además para mostrar sus prestaciones en un recorrido de casi 20 kilómetros y 156 curvas que no tiene piedad de nada ni nadie.
No se ha especificado por el momento el piloto que se encargará de tratar de alcanzar la cumbre a más de 4.300 metros de altitud, ni tampoco el resto de detalles acerca del proyecto que está siendo preparado por el departamento de competición de la marca, aunque viendo el modelo a utilizar y la premisa, se espera que se mantenga lo más de serie posible, aprovechando que bajo el capó nos encontramos con un portentoso motor W12 de 600 CV de potencia y que desarrolla un par máximo de 900 Nm.
El objetivo no será otro que el de conseguir el récord del SUV de producción más rápido en completar la Subida Internacional a Pikes Peak, el cual está en manos desde 2013 del Range Rover Sport que fue capaz de lograr un tiempo de 12 minutos y 35,61 segundos pilotado por el experimentadísimo piloto estadounidense, Paul Dallenbach.