La Fórmula 1 ha cambiado mucho durante sus setenta años de historia que precisamente se celebran en este 2020. Los coches, las carreras, todo lo que rodea cada Gran Premio e incluso la preparación física y la formación de los pilotos. Nada tienen que ver los Lewis Hamilton y Charles Leclerc con los James Hunt, Niki Lauda, Juan Manuel Fangio o Jim Clark. También ha cambiado la forma de dedicarse al deporte, ya que hasta la participación de Nico Hülkenberg y Fernando Alonso en las 24 Horas de Le Mans o de Robert Kubica y Kimi Räikkönen en los rallyes, se había convertido en una rara avis el ver que los pilotos de Fórmula 1 pudieran escaparse de los grilletes del Gran Circo para dejarse ver en otras especialidades.
Precisamente algunos de esos nombres abandonaron la Fórmula 1 para regresar años después, en el caso de Kubica por fuerza mayor, pero en el caso de Kimi Räikkönen porque quería experimentar cosas nuevas, algo que hizo tanto en la NASCAR como en el WRC y que incluso estuvo cerca de completar con la participación en las 24 Horas de Le Mans junto a Peugeot Sport. La carrera del finlandés ha sido prácticamente paralela a la de Fernando Alonso, y ahora que el asturiano ha decidido regresar se ven de forma más clara todavía las similitudes.
Protagonistas absolutos durante la pasada década en el Mundial de Fórmula 1, Alonso y Räikkönen llegaron a encontrarse en Ferrari, en el que debía ser el pico de forma y de pilotaje de ambos. Los resultados en aquella temporada 2014 no fueron los que se esperaba y el equipo quedó cuarto en constructores y no sumó ninguna victoria en todo el año, con un segundo en Hungría y un tercero en China de Fernando como mejores resultados de una Scuderia que había tocado fondo.
Kimi estaba decidido a aprovechar su último tren en la Fórmula 1 y todavía, con 40 años, sigue aceptando cada domingo el riesgo de ponerse al volante de un monoplaza. No son muchos los que decidieron regresar y a los que les salió bien la jugada. Räikkönen siempre estuvo hecho de otra pasta y ya con Lotus dio todo un recital, algo que le ha valido disputar otras nueve temporadas más y alcanzar otros tres triunfos, el último de ellos con Ferrari en el GP de Estados Unidos de 2018. Menos felices fueron los regresos de Robert Kubica o el propio Michael Schumacher, el cual completó tres temporadas con un único podio en Valencia 2012 y vivió la era previa a la gloria de Mercedes-AMG F1.
Seguramente donde debería poner la mirada Fernando Alonso es en otros ejemplos anteriores, especialmente en el Siglo XX, donde Nigel Mansell fue capaz también de ganar una solitaria victoria en su regreso tras pasar por la IndyCar en 1993, mientras que Alain Prost se coronó campeón en 1993 con Williams después de su año sabático en 1992 al ser despedido (o no renovado) por Ferrari. Niki Lauda también consiguió ganar el título en 1984 por solo medio punto y después de que Ron Dennis, su jefe en la M1 Procar, le consiguiera convencer al austriaco para su regreso al Mundial. Lauda dejó de centrarse en su negocio de aviación y plantó las series de turismos para volver a enfundarse el mono y recuperar el título mundial.
El reto imposible de seguir compitiendo con 50 años:
¿Y la edad? En la Fórmula 1 moderna nos encontramos con el ejemplo del propio Räikkönen, el cual consiguió el triunfo en el COTA con los 39 años recién cumplidos, edad que precisamente cumplirá Alonso el próximo 29 de julio. En los primeros años de la Fórmula 1 todo era distinto. Nino Farina estaba a solo un par de meses de cumplir 44 años cuando consiguió el título mundial inaugural en 1950, mientras que el legendario piloto argentino Juan Manuel Fangio logró el pentacampeonato a los 46 años y 41 días y su última victoria a los 47 años.
Luigi Fagioli se lleva la palma después de haber vencido en el Gran Premio de Francia de 1951 con el italiano teniendo 53 años en ese momento, mientras que Louis Chiron es el piloto de mayor edad que compitió en un Gran Premio, a los 55 años cuando comenzó el Gran Premio de Mónaco de 1955. Según datos de la Fórmula 1 entre 1960 y 1993, la edad promedio de un piloto rondaba los 32 años, aunque Jack Brabham y Graham Hill ganaron carreras ya superada la cuarentena, mientras que, en la actualidad, el promedio ha bajado incluso más gracias a la presencia de los Ocon, Norris, Verstappen, Russell, Stroll y Leclerc.
Todo un contraste si tenemos en cuenta Farina, Fagioli y Louis Rosier, que se subieron al podio más veterano de la historia en el Gran Premio de Suiza de 1950, con una edad promedio de 46 años y 274 días. Para hacerse una idea, el Gran Premio de Brasil de 2019 tuvo el podio más joven de la historia con Max Verstappen, Pierre Gasly y Carlos Sainz y su promedio de 23 años, ocho meses y 23 días. Quizás el objetivo del podio es el más realista para Alonso. Con 40 años a partir del 29 de julio, Fernando ya podría meterse entre los 27 pilotos de mayor edad en conseguir un podio. Michael Schumacher es 12º en dicha clasificación con su podio en Valencia 2012 cuando tenía 43 años, 5 meses y 21 días, mientras que el corte del Top10 lo marca Jack Brabham con 44 años, 3 meses y 16 días. El último de Kimi Räikkönen lo logró en Brasil 2018 con 39 años y 25 días en el contador.
Obviamente será muy complicado que Alonso pueda batir estos récords de longevidad ya que la Fórmula 1 actual implica otras condiciones físicas a la preparación de los pilotos en los cincuenta, sin embargo, Fernando tendrá el honor de estar en los tops entre los pilotos modernos en ambos extremos, siendo uno de los más jóvenes en conseguir la primera victoria, el Gran Premio de Hungría 2003 con 22 años y 26 días, uno de los más jóvenes al conseguir su primer título, con 24 años y 59 días, la pole con 21 años y 237 días en Malasia 2003 y el séptimo más joven en debutar con 19 años, siete meses y cuatro días cuando tomó la salida del Gran Premio de Australia 2001. Ahora también será uno de los veteranos en volver a la Fórmula 1.