Ante una denuncia pública interpuesta por Red Bull Racing, sospecha de inyección de líquido para enfiar neumáticos, Mario Isola, jefe de Pirelli Motorsport en la Fórmula 1, decidió en Brasil realizar una investigación para determinar si era posible agregar agua o cualquier otro refrigerante líquido a los neumáticos a través de las válvulas de llenado, pero no se encontró ninguna anormalidad. Mediante un permiso concedido por Nikolas Tombazis, jefe de la FIA en el área de monoplazas, el personal de Pirelli desmontó todas las llantas tras la carrera sprint para inspeccionarlos de forma minuciosa, el resultado fue reflejado en un informe que se consignó ante las autoridades correspondientes.
Según Isola, no existen evidencias que demuestren irregularidades, al menos en un primer análisis. Escuchó la historia detrás de la denuncia y trató de comprender el truco que se aplicaría para enfriar los neumáticos desde adentro y concluye que inyectar agua, líquido refrigerante o inclusive un gas provocaría un comportamiento irregular, las altas temperaturas generarían un vapor que afectaría de manera drástica la presión estipulada en el reglas. Adulterar un neumático para enfriarlo de forma artificial constituye una falta técnica y sería objeto de castigo inmediato puesto que la sanción está contemplada en un reglamento aprobado hace dos años atrás, justamente para evitar que los equipos manipulen las presiones de los neumáticos.
Isola manifestó que viene escuchando estos rumores y acusaciones donde se sugiere que un equipo está utilizando un gas especial que genera humedad interna en el neumático, el cual era capaz de no alterar la presión. Con ello, era posible mantener una temperatura óptima durante mucho más tiempo. Sin embargo, al pasar todos los neumáticos por el sistema de secado que tiene Pirelli, se constató que todo era normal. Así que no existen pruebas, ni siquiera una duda razonable o sospechas sobre una escudería que esté enfriando sus neumáticos. Por tal razón prefiere cerrar este caso y no seguir alimentando las polémicas.
En palabras de Mario Isola:
No hay evidencia. Puedo reconocer, sobre la base de los datos que tenemos, que no existe nada extraño. No hay pruebas, ahora la FIA debe decidir qué hacer. Si hay algo que podamos hacer para intervenir y controlar una irregularidad, o para dar consejos, apoyaremos. He oído la historia, pero, en cualquier caso, todo está en manos de la FIA.
Vía Motorsport Total