El informe de Pirelli finalmente ha reflejado que los problemas que derivaron en los tres pinchazos con los que se finalizó el Gran Premio de Gran Bretaña fueron producidos finalmente por el uso intensivo de la goma durante un periodo prolongado. De esta forma, se concluye que el neumático C1 de la parte delantera izquierda falló en los coches de Carlos Sainz, Lewis Hamilton y Valtteri Bottas falló por el estrés al que se le fue sometido en un stint que en Pirelli consideraron demasiado largo por la aparición del Coche de seguridad tras el accidente de uno de los monoplazas de la Scuderia AlphaTauri.
La resolución, deja algunas preguntas a tenor de que apenas se disputaron apenas una treintena de vueltas desde el fin del Safety Car hasta que se producen los pinchazos, o que los tiempos estaban siendo incluso peores que los del año pasado, cuando se empleó el mismo neumático. Aun así, el fabricante italiano ha decidido dar carpetazo al asunto sin presentar las razones que llevaron a que el neumático trasero derecho de Daniil Kvyat pinchara cuando apenas se llevaban 11 vueltas, cinco de ellas bajo el coche de seguridad.
En cuanto a sus soluciones de cara al Gran Premio del 70 aniversario, que se disputará este mismo fin de semana, también programado a 52 vueltas y sobre el asfalto de Silverstone, empleando un paso más blando de la gama de Pirelli (C2, C3 y C4), el fabricante milanés apenas ha confirmado que se cambiarán las presiones mínimas a emplear para así prever las deformaciones de las gomas en un trazado de la exigencia de la pista británica.
Comunicado realizado por Pirelli – 04/08/2020:
La razón clave se debe a un conjunto de circunstancias de carrera individuales que llevaron a un uso extremadamente largo del segundo conjunto de neumáticos. El segundo período del coche de seguridad llevó a casi todos los equipos a anticipar su parada en boxes planificada y así llevar a cabo una temporada final particularmente larga: alrededor de 40 vueltas, que es más de tres cuartos de la longitud total de la carrera en una de las pistas más exigentes del calendario.
Combinado con el ritmo notablemente mayor de los autos de Fórmula 1 2020 (la pole position fue 1.2 segundos más rápido en comparación con 2019) esto hizo que las vueltas finales del Gran Premio de Gran Bretaña fueran especialmente difíciles, como consecuencia de las mayores fuerzas jamás vistas en los neumáticos generados por los coches de Fórmula 1 más rápidos de la historia.
El resultado general fueron las condiciones operativas más desafiantes para los neumáticos. Esto llevó a que el neumático delantero izquierdo (que es conocido por trabajar más duro en Silverstone) se sometiera a una tensión máxima después de un número muy alto de vueltas, con el alto desgaste resultante, lo que significa que estaba menos protegido de las fuerzas extremas en juego.
Para la segunda carrera en Silverstone este fin de semana, Pirelli confirma los compuestos nominados: C2, C3 y C4, siendo un paso más suave que los vistos en el último GP. También se revisará la prescripción de uso, aumentando las presiones mínimas de los neumáticos para reducir el estrés en la estructura del neumático.
Se descarta por tanto de forma oficial cualquier posibilidad de que los restos del alerón de Kimi Räikkönen terminaran por producir la consecución de pinchazos, mientras que no se responde claramente a lo ocurrido con Kvyat, quizás lo más preocupante ya que este fin de semana sí se volverá a emplear el compuesto medio que en esos momentos pilotaba el piloto ruso. A la pregunta entonces realizada en el día de ayer en el que me cuestionaba si «hay que temer por los neumáticos», parece que la respuesta final es que sí. Cuatro pinchazos súbitos, sin que nada les hiciera presagiar que tenían problemas en sus gomas son cuanto menos signos preocupantes antes de volver afrontar una carrera en unas condiciones incluso más exigentes.