Siempre es importante el mantener dentro de nosotros un pequeño hueco para nuestro niño interior, ese que disfruta de las pequeñas cosas, quizás de las más placenteras una vez que nos llegar la etapa adulta y con ella todas sus responsabilidades. Desde su aparición, el automóvil no solo ha sido concebido como un método de transporte, sino también como un elemento de ocio. Buena muestra de ello son los vehículos Clubsport y aquellos orientados únicamente para su disfrute en los Trackdays, entre los que nos encontramos opciones clásicas como el Caterham Super Seven, algunos Kit Cars o el excéntrico KTM X-Bow.
Radical ha sido durante muchos años una referencia dentro de este tipo de vehículos con fines recreativos y ahora, una escisión de la misma, Phil Abbot, uno de sus socios fundadores, ha decidido emprender una aventura propia con la creación de Revolution Racers y el primero de sus modelos, una especie de barqueta ligera pensada para circuitos que contará con un motor V6 de 3.7 litros de cárter seco (origen Ford) que entregará hasta 350 CV de potencia para apenas 750 kilogramos de peso.
Desde el fabricante apuntan a que no será necesario realizar reparaciones o reajustes del propulsor hasta los 10.000 kilómetros o 100 horas de uso, algo que por tanto habla muy bien de lo mucho que han pensado en mantener contenidos los costes de mantenimiento para un vehículo que va a pasar toda su vida útil siendo exigido al máximo sobre el asfalto de un circuito de competición.
Además de la fiabilidad mecánica, el otro gran secreto del futuro éxito de este prototipo la tiene su chasis de fibra de carbono y su diseño creado específicamente para maximizar su disfrute en circuito. La transmisión 3M0 de seis relaciones con levas detrás del volante y los neumáticos Dunlop (medidas de seco y mojado en 200/580R15 delantero y 265/605R16 trasero) completan un conjunto que costará algo más de 100.000 euros y que llegará a la competición de la mano de campeonatos como el VdeV o la UK Sports Prototype Cup.
La tecnología de los coches de carreras ha avanzado enormemente en las últimas dos décadas, al igual que las herramientas disponibles para diseñarlos y desarrollarlos. Ahora es posible llevar estos avances a un mercado más grande. Un coche inspirado en Le Mans requiere neumáticos que hayan sido probados en los niveles más altos de las carreras de resistencia. Por eso elegimos Dunlop, el neumático más exitoso de las 24 Horas de Le Mans.