El final del verano y la llegada del otoño coinciden con el periodo decisivo de la gran mayoría de los campeonatos automovilísticos de primer nivel. El invierno congela los motores y activa las mentes de los ingenieros y mecánicos de cara al regreso del sol, dónde las carreras regresan poco a poco. En NASCAR el otoño es sinónimo además de un fenómeno que sigue dividiendo a algunos aficionados al deporte: el ya conocido como play-off, sucesor del antiguo Chase. 16 pilotos se citan en una serie de eliminaciones entre circuitos con el objetivo de llegar vivos a Homestead-Miami.
Es innegable afirmar que Martin Truex Jr. es el principal candidato y el hombre a batir por el resto de competidores. Su incontestable victoria en Chicagoland basada en un ritmo letal ayudado por la falta de accidentes le dejó arriba después de perder tiempo con una penalización y unos arreglos en boxes. El piloto de Furniture Row sumó su quinto triunfo y afianzó así su posición al frente del certamen, una autoridad que pocos han discutido pero que el propio sistema de play-off puede quitar en una maniobra mal hecha sin tener en cuenta el gusto del #78 por los circuitos de milla y media.
Los otros Toyota involucrados en la lucha son tres de los de Joe Gibbs Racing. Kyle Busch ha sido el principal rival deportivo de Truex Jr. a pesar de ganar solo dos carreras. La división en segmentos ha favorecido al campeón de 2015, que busca llegar a Miami con opciones de título por tercer año consecutivo. Denny Hamlin sigue en una tónica habitual por su parte de ganar carreras sueltas, aunque tendrá que vigilar después de que NASCAR le quitase el valor de la victoria en Darlington. Matt Kenseth se marchará del equipo a finales de año e intentará dejar buenas sensaciones, que puedan incluir pelea en la parte alta y una victoria que se le ha escapado esta temporada.
Hasta siete Chevrolet se presentan en el play-off. Kyle Larson fue rival para Truex Jr. en muchas carreras, aunque aún presenta una irregularidad que puede ser cara en un mal momento. Chase Elliott y Jimmie Johnson parecen ser los otros pilotos a tener en cuenta por parte de Hendrick Motorsports, siendo Elliott más constante pero menos avasallador que el heptacampeón. Jamie McMurray y Ryan Newman forman parte del pelotón de la constancia, aunque ambos no cuentan demasiado dentro de ninguna quiniela. Por lo menos lo tienen mejor que Austin Dillon y Kasey Kahne, que tienen complicado evitar su eliminación en la primera ronda.
Kevin Harvick y Brad Keselowski encabezan el pelotón de Ford. Los dos ex campeones forman un dúo peligroso y son la mejor opción de la marca del óvalo azul, aunque ambos han logrado pocas victorias a lo largo de 2017. Ryan Blaney y Kurt Busch optan a pasar de ronda de forma más regular que contundente, aunque el de Wood Brothers se ha mostrado más constante que un recuperado hermano mayor Busch. Ricky Stenhouse Jr. debería ser el primer caído dentro de los Ford, tras lograr un pase al play-off cimentado en sus dos victorias en Talladega y Daytona.
Joey Logano es el gran ausente de la lucha por el título, tras perder sus opciones con la pérdida de la victoria obtenida en Richmond. Tampoco tuvieron premio la constancia de Clint Bowyer y el atrevimiento de Erik Jones y Daniel Suárez, caídos junto a otros ex participantes del play-off como Paul Menard, A.J. Allmendinger y Chris Buescher. Merecen otra consideración Aric Almirola, que se pasó dos meses lesionado, y un discreto Dale Earnhardt Jr. en su última temporada en NASCAR a tiempo completo.