El play-off de las categorías nacionales de NASCAR entra en su segundo año de existencia con algunas incógnitas a resolver. La llegada de la post-temporada en 2016 hizo desembocar a Miami a dos campeonatos diferenciados entre sí: Daniel Suárez se proclamó campeón de la Xfinity y dio el salto a la Cup Series con la súbita retirada de Carl Edwards, mientras que Johnny Sauter culminó en Homestead una carrera deportiva exitosa en la Truck Series ligeramente oscurecida por talentos más jóvenes. Ambas categorías regresan sus decisiones respectivas en circuitos distintos.
La Xfinity comienza su andadura en Kentucky, en una segunda carrera solitaria allí que no tiene mucho sentido y será eliminada de cara a 2018. Los cuatro Jr. Motorsports estarán presentes en la lucha final, aunque es más sencillo pensar que William Byron, Justin Allgaier y Elliott Sadler serán los que dirigirán la acción en pista. La juventud y progresión de Byron, el oportunismo de Allgaier y la constancia de Sadler deben ayudar al equipo vinculado a Hendrick a protagonizar una batalla interna por el título. El papel de Michael Annett se torna en algo más testimonial en comparación con sus compañeros de equipo.
Hasta 9 pilotos de Chevrolet estarán presentes en el play-off. Daniel Hemric y Brennan Poole se presentan como opciones sólidas por parte de Childress y Ganassi y no sería extraño ver a alguno de ellos con opciones en Miami. Blake Koch y Brendan Gaughan repiten aparición e intentarán repetir su pase la segunda ronda, un hecho reseñable para un equipo pequeño como es el Kaulig Racing de Koch. Jeremy Clements será la nota diferente gracias a una victoria en Road America que le permitirá luchar en posiciones más altas de las que debería obtener.
Solo dos pilotos de Ford y uno de Toyota resisten al dominio de Chevrolet. Ryan Reed siguió en su tónica irregular en la temporada, alternando actuaciones destacadas y accidentes incomprensibles. Cole Custer dejó mejores sensaciones a medidas que pasaban los eventos, con un comienzo poco inspirado y un mayor atrevimiento posterior. Matt Tifft es el único Gibbs a tiempo completo y se presenta como representante del equipo principal de Toyota sin victorias pero con una consistencia que puede ser importante.
La Truck Series se presenta por su parte en New Hampshire con una competencia teóricamente más reñida. Los ocho candidatos al campeonato llegan en relativa buena racha global, hecho que destacará más en caso de error. Christopher Bell parece el hombre a batir, con el registro de victorias y de top 10 más alto de todos los contendientes. Solo Chase Briscoe ha podido toserle por velocidad pura, aunque la falta de victorias del piloto de Ford será un factor a tener en cuenta en unas peleas apretadas que ya ha llegado a perder contra Bell.
Johnny Sauter y Matt Crafton representarán la veteranía y los logros anteriores en su palmarés. El vigente campeón Sauter intentará revalidar su corona con un camión bueno pero ligeramente irregular, que le ha permitido ganar carreras con estrategias alternativas más que por ritmo propio. El bicampeón pretérito Crafton ha sufrido aún más, rompiendo en Eldora una sequía de más de un año sin vencer y manteniéndose sólido desde entonces. A medio paso entre los veteranos se encuentra John Hunter Nemechek, que solventó con dos victorias consecutivas un exceso de accidentes y problemas, una verdadera representación del doctor Jekyll y Míster Hyde.
Los otros tres contendientes deberían ser carne de primera ronda salvo sorpresa mayúscula. Ben Rhodes será el segundo estandarte de ThorSport tras entrar en el play-off en el desempate y tiene las mejores armas para pasar de ronda junto al sempiterno Crafton. Quedan más relegados Austin Cindric y Kaz Grala, cuyos triunfos en Mosport y Daytona enmascararon dos temporadas de altibajos, especialmente en el caso de un Grala que solo ha conseguido seis top 10 en las primeras 16 carreras.
Aún por separado, la pelea está asegurada en dos frentes diferentes. Las llanuras de New Hampshire se verán complementadas por la nocturnidad de Las Vegas y la locura de Talladega en la Truck Series, mientras que Kentucky y Charlotte representarán a los milla y media junto al extraño Dover en la Xfinity Series; en dos rondas iniciales que se alargarán por culpa de los excesos de la Cup Series y no recuperarán su normalidad ni funcionalidad plena hasta noviembre, ya con las tres categorías juntas hacia la coronación masiva.