Cal y arena habitual de forma distinta bajo la noche singapurense para los pilotos españoles. En medio de un GP atrasado por lluvia y con distintas variables que pillaron desprevenidos a distintos pilotos, la dupla hispana no cometió errores y cayó por distintos motivos. Carlos Sainz no tuvo opción a victoria pero finalizó tercero y se llevó un nuevo podio para Ferrari. Fernando Alonso iba sexto cuando su motor dijo basta y le hizo retirarse antes de la mitad de su carrera récord.
Todos los pilotos partieron con neumáticos intermedios después de una hora de retraso y la salida tuvo lugar sin incidentes graves más allá de un trompo de Alex Albon. Sainz salió mejor que Lewis Hamilton y se situó tercero, aunque tardó poco en alejarse del inglés y a la vez quedar lejos de Sergio Pérez y Charles Leclerc. Alonso perdió posiciones en la arrancada con Lando Norris y Pierre Gasly, superando al francés por el exterior de la curva 7 para al menos ser sexto.
El choque entre Nicholas Latifi y Guanyu Zhou dio un Safety Car rápido tras el cual la carrera se estabilizó. Sainz se quedó junto a Hamilton y los dos se escaparon de Norris, a su vez fugado de un Alonso que empezaba a taponar al remontador Max Verstappen. El asturiano siguió con normalidad hasta que el motor del Alpine se rindió en la vuelta 20 y se vio obligado a abandonar, su segunda retirada consecutiva.
Poco después, Albon se accidentó y Esteban Ocon también rompió la unidad de potencia de su coche, dando paso a sendos Virtual Safety Cars breves. Durante el segundo de ellos, Sainz vio como Hamilton se le puso casi en paralelo en medio de las protestas por la falta de ritmo del madrileño. La locura se apaciguó después del segundo coche de seguridad y el Gran Premio terminó sin mayores problemas más allá de algunas salidas de pista.
Sainz contuvo a Hamilton hasta que el inglés se fue al muro y después hizo lo propio con su ex compañero Norris para sumar el octavo podio del año. El piloto de Ferrari no se vio cómodo en el cockpit y confesó pensar en poner la goma seca antes, si hubiera podido jugársela.
Carrera dura, no he ido cómodo en ningún momento. El objetivo era quedarse en pista lo máximo posible y no cometer errores y ahí la buena salida ha sido lo que nos ha dado el podio. Estaba por poner el slick cuanto antes pero no tenía nada que jugarme, había mucho más a perder que a ganar. Sí me la hubiera jugado si no estuviera en posiciones de podio, aunque la pista ha tardado mucho en secarse y seguía habiendo tramos mojados al final.
Por su parte, Alonso lamentó la oportunidad perdida en las luces de la noche y considera «inaceptable» los fallos mecánicos del Alpine en plena pelea con McLaren en el Mundial de Constructores.
Hemos perdido otros ocho puntos, es inaceptable y estoy muy disgustado. El fin de semana había bien en todo y otra vez se estropea el coche en un mal momento. Este año está pasando casi de todo y esta carrera encima hemos roto los dos, aunque estando fuera de puntos tampoco importa mucho. Lo bueno es que volvemos a correr ya mismo, Suzuka es uno de mis circuitos favoritos y la afición también lo es, quizá pasaré unos días descansando y cargando las pilas en Tokio.
