No por esperada dejó de ser más sorprendente la decisión tomada ayer por Citroën Racing. Seguramente no fueron ni las formas, ni el momento para hacerlo, pero ayer, cuando menos se esperaba, el equipo francés decidió dar por finalizada la participación de Kris Meeke y Paul Nagle en el Mundial de Rallyes de 2018, algo que a su vez se podría decir que es el final de la etapa de piloto del norirlandés con la marca ya que sólo dispone de contrato hasta finales de 2018 y sin oportunidades para demostrar que puede ser competitivo y a la vez regular, difícilmente los de Pierre Budar y Linda Jackson le tendrán en cuenta para 2019.
Llegados a este punto, está claro que no ha sido la forma más elegante de ‘despedir’ a un piloto, especialmente porque vista la reacción en redes sociales, ni el propio Kris había tenido confirmación previa de esta decisión por parte de los responsables de Citroën Racing. Según declaraciones de Budar a Autosport, él mismo se lo había comunicado sólo unos minutos antes a Kris en una llamada telefónica que prácticamente coincidió con la publicación de la corta nota de prensa que tanto revuelo creó.
La decisión no fue tomada en caliente. Según explicaba el director de Citroën Racing, las reuniones se celebraron desde el lunes y se extendieron hasta el jueves, día del anuncio, tomando parte de ellas Carlos Tavares y la propia Linda Jackson, dos de los máximos responsables de la marca que ya habían defendido en el pasado a Meeke y que apostaron por él después de no haberse concretado el fichaje de Ogier.
Octavo en el campeonato de pilotos, la presión generada por la situación de que Citroën es el único equipo sin ninguna victoria en lo que llevamos de temporada (de nuevo últimos entre las marcas) ha crecido sobre su jefe de filas. El accidente del pasado sábado, ya sin presión al no tener las posiciones de podio cerca, estuvo muy cerca de costarles un disgusto mayor, y a la postre ha sido determinante para que el equipo tomara la decisión definitiva de prescindir de Kris y su copiloto, Paul Nagle.
¿Por qué Citroën toma ahora esta decisión?
Aunque como decía antes, no han sido las formas que se espera de una marca de la talla de los parisinos, es cierto que Meeke no ha conseguido cuajar una buena actuación dentro del puesto que estaba estipulado en su contrato: primer piloto. Sí, Meeke siempre ha sido uno de los pilotos más rápidos del Mundial de Rallyes, uno de esos que se muestran imbatibles el día que están inspirados. Es capaz de estar en el ritmo de Tänak, Ogier o Neuville, sin embargo, con los años, la madurez y la experiencia no ha terminado de alcanzar la regularidad que los contendientes por el título antes mencionados sí han conseguido.
Ese puesto de líder autoimpuesto y también forzado por la propia Citroën han terminado por añadir aún más presión sobre Meeke que no le ha beneficiado durante estas dos últimas temporadas. En 2016, sin presión de resultados ni de liderar un proyecto que luchara por los campeonatos, pudimos ver que estábamos ante un piloto capaz de lo mejor, sin embargo, la responsabilidad de encabezar a la formación francesa le ha supuesto una tensión extra que se ha podido ver en los tramos. ¿Cuándo ha brillado? No hace mucho hemos visto el mejor ejemplo de esto con la presencia de Sébastien Loeb en Córcega y México. Con el foco puesto en otro piloto y sintiéndose con menos presión, Meeke volvió a rallar a gran nivel.
Seis rallyes, octavo de la general, con el tercer puesto de México como mejor resultado y con dos accidentes fuertes como los vividos en Córcega y Portugal a sus espaldas. Una actuación parecida en 2017 le costó el asiento en Polonia a Meeke, su segundo gran toque de atención después del que ya le diera Yves Matton tras su racha de malos resultados a mitad de temporada. Finalmente, se le decidió renovar y darle una nueva oportunidad mientras se esperaba a ver cómo se movía el mercado en 2016, movimientos que llegarían demasiado tarde para Citroën con la salida de Volkswagen Motorsport.
Llegamos a la temporada 2017 y el coche es capaz de ganar en sus manos, en México, a pesar del susto final y gracias también a la posición de salida de la que gozaba Meeke tras el desastre de Monte-Carlo y Suecia. La victoria en España tras la debacle de Hyundai daba algo de lustre a la temporada. De nuevo parecía que Citroën estaba ocultando sus problemas prestacionales con el talento y la velocidad de sus pilotos, sin embargo, la volatilidad de Kris no se podía comparar con la regularidad de Ogier o Loeb.
El coche estaba lejos de ser competitivo eso es cierto y la reducción de los presupuestos no ha ayudado a ello. El eje trasero ha sido todo un quebradero de cabeza desde que el año pasado, en Portugal y Suecia se viera lo inestable que era. Pero incluso en el desarrollo del coche también Meeke ha tenido su parte de responsabilidad como jefe de filas que ha llevado el peso de los test en 2016. Sin embargo, sus actuaciones en los tramos, además de su fama de piloto irregular le pasó mucha factura cuando en 2017 trató de trasladar los problemas del C3 WRC al equipo técnico. Tuvo que llegar Loeb para reafirmar las sensaciones del británico.
Con tan poca confianza en tu primer piloto y con los múltiples cambios en el organigrama de Citroën Racing de los últimos 12 meses, estaba claro que la siguiente pieza en caer iba a ser el piloto, al igual que ocurre en un equipo de fútbol cuando el presidente se marcha y destituyen al entrenador. Si sigue sin haber victorias el siguiente en caer es el delantero. A sus casi 39 años y después de no haber sido nunca piloto privado, parece que el tiempo de Meeke en el campeonato puede haber llegado a su fin. Uno de esos pilotos que no tiene término medio, incluso más que su mentor, Colin McRae.
¿Qué opciones tiene Citroën a partir de ahora?
Sinceramente más bien pocas. Tras dejar escapar en 2017 a Andreas Mikkelsen para poder fichar a un Sébastien Ogier que les dejó plantados después de conocer ciertas condiciones económicas, el equipo se encuentra con que en la actualidad no hay ningún piloto de primer nivel en el mercado. Mads Ostberg, el cual ya compitió en Suecia y Portugal será un parche que ya estaba programado que hiciera más carreras con el equipo, ayudado en este caso por el aporte de algo de dinero. Sin embargo, el propio piloto noruego reconoció que, tras tanto parón, ya no estaba en el ritmo de competición de los puestos de cabeza, razón por la que difícilmente podremos apreciar una mejoría en los resultados tras la salida de Meeke.
Muchos han empezado a hablar de recambios para Kris, especialmente fijándose en los pilotos de Hyundai que no están disputando el campeonato al completo, pero obviamente, ni Michel Nandan está dispuesto a negociarlo en un año en el que se juega tanto (otra temporada sin títulos sería nefasto), ni Paddon o Sordo parecen estar dispuestos a dejar de lado a su actual equipo para realizar un salto al vacío como es actualmente Citroën por mucho que esté corriendo como la pólvora un supuesto ‘follow’ en Instagram de la cuenta oficial de la firma de los dos chevrones al neozelandés.
La llegada de un piloto proveniente de WRC2 tampoco parece una opción destacada. Además de tener la mayoría de los pilotos prometedores contrato, no estando la firma francesa para hacer desembolsos de dinero en la situación actual, también hay que tener en cuenta que Citroën ha apostado tradicionalmente por realizar fichajes que conocía, ya sea de perlas venidas de la órbita del Grupo PSA o pilotos con experiencia ya contrastada. Breen no está preparado para ser el líder, ¿Por qué? Ha sido el propio equipo el que no ha demostrado demasiada confianza en él al no darle una temporada completa para brillar. Loeb no va a volver a tiempo completo con la campaña llegando al ecuador, sin opciones al título y por el simple hecho de que es piloto Peugeot Sport y además se encuentra segundo en la general del World RX. No me gustaría estar en la piel de Pierre Budar