Aunque hemos aprendido a relativizar el tiempo con el transcurso de la pandemia y de los confinamientos, a buen seguro que a Ken Block se le harán muy largos los próximos 153 días. Ese el tiempo que falta hasta el 10 de febrero de 2022, día en el que comenzará una nueva edición del East African Classic Safari Rally donde participará por primera vez junto a otro buen número de pilotos veteranos, gentleman drivers o profesionales de la talla de Patrik Sandell.
La competición, que se iba a disputar del 1 al 9 de noviembre de 2021 tuvo que ser pospuesta por las grandes restricciones de viaje que hay actualmente, en especial con Reino Unido, país al que pertenecen muchos equipos inscritos (especialmente los principales preparadores) y que deberían respetar muchos la cuarentena forzosa a su regreso al estar Kenia en la lista roja.
Con esta decisión, tomada hace apenas una semana, Ken Block se quedaba sin uno de los grandes retos que se había propuesto para este 2021, participar en su primera gran prueba de resistencia clásica al volante de un Porsche 911 SC RS, una de las paradas en su programa que incluían la disputa de la Baja 1000 en un Trophy Truck y algunas participaciones en el Campeonato Americano de Rallyes con el Subaru WRX STi. Sin embargo, Tuthill sigue trabajando para tener completamente lista a la máquina alemana de la que se ha enamorado fervientemente el estadounidense.
La montura, que acompañará a Block y Alex Gelsomino durante los 5.000 kilómetros de los que se compone el rally africano, es una de las unidades del Porsche nueve-once de 1984, preparado en este caso por el especialista británico, responsable sin ir más lejos del Porsche 911 R-GT con el que François Delecour se coronó Campeón de la Copa FIA por primera vez, así como un socio de Vallejo Racing, con los que colaboró en el proceso de transformación del 911 GT3 de ‘los lobos’ para su participación en el Nacional de Tierra.
Tuthill sin embargo es muy conocido precisamente porque durante años ha sido el preparador al que han recurrido todos los pilotos que han querido participar en estos rallyes clásicos en África, por lo que no ha sido de extrañar que Block haya echado mano también de ellos para tener un 911 SC RS pata negra, con una jaula de seguridad y un chasis hechos a medida, motor bóxer de seis cilindros con 2.994 cc de capacidad, unido en este caso a una transmisión de Porsche 915 con diferenciales, frenos, suspensiones y embrague especialmente diseñados por el preparador para soportar las exigencias de una prueba tan larga en un terreno muy árido e inmisericorde como el de los Safaris originales.
Hay más, porque a pesar de que la adaptación de la librea personalizada para Block pueda no gustar a muchos, este Porsche 911 SC RS cuenta con todos los detalles de una versión preparada prácticamente para un holocausto zombie, comenzando por las ya conocidas ‘bull-bars’ en el frontal, las luces integradas en las carcasas de los retrovisores, capacidad para dos neumáticos de repuesto y un depósito de combustible de hasta 100 litros. Corona esa imagen agresiva el alerón cola de ballena que luce completamente espectacular. Seguramente la imagen al completar la carrera distará mucho del exterior impoluto actual en el taller de Tuthill.