El Porsche 917 es sin la menor duda uno de los coches más míticos de la historia del automovilismo. Ganador en dos ocasiones de las 24 horas de Le Mans, fue el máximo exponente en las carreras de resistencia a principios de los años 70. La firma de Stuttgart trabajó mucho sobre el y llegó a correr con multitud de carrocerías diferentes, llegándose a hacer versiones especiales incluso para correr la Can-Am y la Interserie. En esta ocasión hablaremos del Porsche 917-043, conocido también como el coche Hippie, una versión Cola Larga del año 1970 que con el paso de los años ha acabado repartida entre otros 917, llegándose a dar el caso de que hay dos coches idénticos actualmente en el mundo.
Después de un debut en el año 1969 complicado, donde ninguno de los 917 consiguió acabar Le Mans, mostrándose además como un coche con mucha potencia per muy inestable, Porsche trabajó de cara a 1970 en solucionar esos problemas. Como ya comentamos hace unos meses, el chasis 008 fue la base de lo que acabaría siendo la versión Cola Corta del 917. Pero para 1970, Porsche también quería una versión que produjera menos resistencia aerodinámica (low drag) para las largas rectas del circuito de La Sarthe. Los alemanes inscribieron dos 917 LH (siglas alemanas de Cola Larga) en dicha carrera, uno con el motor de 5 litros para el Team Salzburg y otro con el motor de 4.5 litros para Martini Racing.
Después de una dura carrera donde ninguno de los coches con motor de 5 litros consiguió acabar, Hans Herrmann y Richard Atwood se impusieron con el 917K #23 con Gérard Larrousse y Willi Kauhsen en segunda posición con el 917 LH #3. Además del podio absoluto, ese chasis 043 se ganó el cariño de los aficionados por su extravagante decoración psicodélica. El coche continuó en manos de Porsche los meses siguientes y se utilizó como vehículo de pruebas de cara a preparar la evolución de 1971 hasta que sufrió un fuerte accidente en Hockenheim. Tras ello, el coche se desmanteló y las diferentes piezas se repartieron entre otros coches, comenzando así varias líneas temporales paralelas.
Hasta 4 coches con el ADN del chasis 043
Los restos del chasis y la carrocería quedaron guardados en un almacén mientras que el motor fue a parar a manos de Jo Siffert, que lo utilizó para el 917/10-002 con el que corrió la Can-Am. El piloto suizo debutó con podio en la carrera de Watkins Glen de 1971 por detrás de los McLaren de Peter Revson y Denny Hulme. Del coche accidentado se sacó la placa identificadora y se colocó en el chasis reserva de John Wyer, inicialmente numerado como 044, para las 24 horas de Le Mans de 1971. El coche, con los flamantes colores de Gulf y con Pedro Rodríguez y Jackie Oliver a los mandos, no consiguió acabar la mítica carrera francesa pero consiguió ser el más rápido en clasificación (en la última edición antes de la construcción de las curvas Porsche).
Con los cambios de normativa para los Grupo 5, haciendo que para 1972 ya no fueran legales los 917, el denominado chasis 043 (044) fue de nuevo desmantelado. En la misma línea temporal, Vasek Polak compró los restos del chasis original y junto a las partes que tenía de repuesto Porsche y otras del también accidentado 040 volvió a montar el coche. Sin tener la placa identificadora del 043, tuvo que llamarse 040 (043) hasta tiempos recientes, cuando se le devolvió su denominación original al ser el coche con más partes del chasis original. Actualmente es propiedad de Massimo Pedrazzi y es un habitual de algunos eventos de coches clásicos de carreras.
Pero, ¿qué pasó con el otro coche? Pues bien, después de Le Mans el frontal se cortó y se utilizó para crear el 917/10-001, la mula de pruebas para los futuros coches de la Can-Am, que acabó siendo propiedad de Willi Kauhsen (si, el piloto que había corrido con el original en las 24 horas de Le Mans de 1970). Con el disputó gran cantidad de carreras tanto de la Can-Am como de la Interserie, llegando a ganar alguna manga de este último campeonato. Con los restos del chasis 043 (044), Polak volvió a montar de nuevo una unidad idéntica a la original que se vendió a Fred Simeone y que actualmente se encuentra en un museo en Philadelphia.
En resumen, el coche que acabó segundo en las 24 horas de Le Mans de 1970 sufrió un accidente poco después de la carrera. Inicialmente el coche se desmanteló pero acabó volviéndose a montar un año más tarde. Pero algunas de sus piezas llegaron a otros 3 917. Uno que actualmente es idéntico que el original y otros dos que llevaron esa herencia de Le Mans a las más radicales versiones Can-Am del SportCar de Stuttgart. ¡Las maravillas de los años 70!