Se ha convertido en todo un lujo para los sentidos el ver a los antiguos Grupo C participar en todos esos eventos que hay en la actualidad y en los que se ha implicado. Le Mans Classic, Goodwood, la Rennsport Reunion de Laguna seca. Son ya distintas las oportunidades que se presentan en el calendario para poder comprobar la fiereza de esta reglamentación de vehículos que se convirtió en una de las más intimidantes de la historia.
Si no hay opciones de viajar a ninguno de estos eventos, siempre quedará YouTube y la opción de ver obras maestras como la que nos trae hoy de nuevo Robbert Albias, capaz de mostrarnos con la tecnología de grabación actual, cómo es llevar un Porsche 962 Grupo C en el límite del agarre durante una vuelta en el mítico Circuito de Spa-Francorchamps.
Con Philip Kadoorie al volante, nos podemos enamorar de ese sonido del motor de seis cilindros biturbo comuna capacidad de 3.0 litros. Un bloque que se queja cuando el pie derecho de Philip le exige más, pero que se lamenta cuando no le queda otra a este habilidoso piloto que levantar el pie para con los malabares de sus manos, tratar de recuperar el control del 962. Una vuelta en el alambre, con muchos ‘uy, uy, uy’ y una vez más la gran lección de que los coches de competición, incluso los más caros, están hechos para ser pilotados.