Prometía ser un año de transición hacia la primera piedra de la apuesta eléctrica, con la llegada del Projekt E como categoría telonera y con el desarrollo del eRX2 y la promesa de que la lucha entre supercars alimentados por baterías y los actuales con motores eléctricos terminaría llegando (finalmente retrasada hasta 2022) con el apoyo de la FIA. Sin embargo, un nubarrón se ha situado sobre el paddock del Mundial de RallyCross después de conocerse que IMG estaría barajando terminar su papel como promotor del campeonato a finales de este mismo año.
Debemos poner como antecedentes que la empresa estadounidense firmó como poseedor de los derechos comerciales del World RX con la FIA para un periodo de 20 años, por lo que la decisión de terminar de forma unilateral este acuerdo se convierte en todo un terremoto para las series intercontinentales, quizás una de las más afectadas por la actual situación de pandemia y el proceso de reconstrucción al que estaba siendo sometido después de la marcha de los fabricantes en 2018.
De confirmarse, la FIA tendrá que encontrar un nuevo promotor para las series internacionales, uno de sus cinco campeonatos con status de Mundial después de la salida de la lista del WTCC y de la entrada a partir de este año de la Fórmula E. Difícilmente podrá mantener este título el World RX, ya que después de haber dicho adiós a las estructuras con apoyo de fábrica, también parece difícil que el 2021 se pueda plantear un calendario con la visita a al menos tres continentes, después de un 2020 en el que ya se ha renunciado a los viajes transoceánicos para adoptar un programa 100% europeo. Obviamente pensar en Estados Unidos, Rusia, China, Sudáfrica o Abu Dhabi actualmente se hace muy difícil.
El rallycross ha dado un gran paso atrás:
En el caso de la disciplina del rallycross es una piedra más en la hoja de ruta tan irregular que ha seguido la misma durante la última década. Con cinco décadas de historia a sus espaldas, este tipo de competición miraba a metas mayores cuando hace ocho años se decidió crear el Campeonato del Mundo sobre la base del europeo. Tras ello, el Global RallyCross Championship desapareció después de un escándalo entre sus gestores, mientras que el ARX, creado por la propia IMG se cerraba dos temporadas después de su inicio, sin dar más explicaciones de los motivos.
No se puede negar que el rallycross ha perdido mucho de ese éxito y atractivo mostrados hace un lustro, haciendo que todos los proyectos que han surgido no hayan terminado de llevarse a cabo y destruyendo competiciones tan interesantes como los Summer X Games por movimientos que en ocasiones han sido demasiado ambiciosos.
Debemos recordar que el Mundial de Rallyes también se enfrentó a una problemática similar a principios de la segunda década del Siglo XXI, cuando la North One Sport de David Richards dio un paso al lado después de que su inversor qatarí no quisiera trabajar con la FIA y el WRC se encontró con que a únicamente unas semanas de dar comienzo la temporada no tenía propietario de sus derechos comerciales y, por tanto, tampoco tenía a ningún contrato televisivo cerrado con las cadenas interesadas en seguir emitiéndolo. Sin embargo, la solidez de la disciplina y las marcas implicadas terminaron por llevar adelante las series con la llegada de Red Bull Media House.
Vía | Autosport