La pretemporada llega a su fin y los equipos están viendo que tendrán que lidiar con un problema inesperado: el elevado consumo de combustible. Las extremas limitaciones que vive la Fórmula 1 en algunos casos hacen que tengan que ingeniárselas para poder sacar el máximo partido a sus monoplazas. En este caso, las escuderías miran con cierto miedo al depósito de combustible y maldicen los 105 kg con los que tendrán que completar cada Gran Premio.
La nueva generación de monoplazas son los más rápidos de los últimos años, haciendo que el consumo de combustible se haya visto incrementado. Las últimas jornadas de test en el Circuit de Barcelona-Catalunya han permitido a los equipos utilizar toda la información recabada hasta el momento dando además el mayor número de vueltas posibles.
Las simulaciones de carrera, que se han realizado en el trazado catalán, han hecho que las alarmas saltaran en los equipos. Los probadores han tenido que ingeniárselas para poder completar los planes de trabajo, llegando incluso a verse obligados a ir a medio gas. Los datos según AMuS han confirmado que pilotos como Sebastian Vettel han tenido que utilizar la técnica “lift and coast” de forma constante, algo que consiste en varios metros antes de llegar a la frenada levantar el pie del acelerador, haciendo que el monoplaza vaya frenando poco a poco por la fricción con el aire y ahorrando por tanto combustible.
Han sido varios los equipos que han tenido este tipo de problemas, es más, ha sido uno de los temas más comentados en las últimas horas en el paddock. Kevin Magnussen, Max Verstappen o Valtteri Bottas han cambiado algunos aspectos de su pilotaje en las simulaciones que realizaban, por lo que el rendimiento de los neumáticos ha caído en picado al perder temperatura.
Esta situación no es nueva. En los últimos años, Ferrari ha sido uno de los equipos que más problemas han tenido respecto al consumo. Situación muy distinta para los vigentes campeones del mundo, Mercedes AMG, uno de los equipos que mejor manejan esta problemática y que en varias ocasiones han llegado a competir con 10 kg menos en sus tanques respecto a los utilizados por los de Maranello. Esos datos de GPS que expone el medio germano sería una buena respuesta que explicara la diferencia de ritmo entre ambos equipos mostrada durante los últimos días. Hay que recordar a su vez que en condiciones de test, las simulaciones de Gran Premio suelen provocar que los monoplazas consuman un poco más respecto a las circunstancias normales de carrera.
Vía | AMuS
