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Presidentes de la FIA: Amaury de Merode

La marcha de Wilfrid Andrews a finales de 1971 forzó a los miembros de la FIA a elegir nuevo presidente, el cuarto en apenas 13 años en lo que suponía un claro contraste respecto a los 22 años de presidencia de Jehan de Rohan Chabot, el mandatario previo a los cortos periodos de Hadelin de Liederkerke Beaufort, Filippo Caracciolo di Castagneto y Andrews. La elección del sucesor fue acaparadora, recibiendo la batuta de sucesión por unanimidad el Príncipe Amaury de Merode, que había ejercido de vicepresidente de sus tres antecesores.

El origen de la familia Merode se sitúa en la localidad alemana del mismo nombre, ubicada al oeste del país (cerca de las fronteras con Holanda y Bélgica) y en la actualidad barrio del municipio de Langerwehe. Durante mucho tiempo se dijo que el apellido Merode apareció en las realezas a finales del siglo XII con orígenes en la Corona de Aragón, fruto de la unión entre la heredera de Merode y Pedro de Aragón, conde de Provenza e hijo del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV. Pero en el siglo XIX se demostró que el patriarca original era el burgués Werner de Merode, caballero del Sacro Imperio y supervisor de Aachen fallecido en 1278.

El castillo de Merode se construyó en el siglo XII y sigue en pie en la actualidad como propiedad de la familia, una estructura que sufrió daños en la Segunda Guerra Mundial y un incendio en 2000 que quemó dos torres y parte del archivo. Su reconstrucción sigue hoy en día, mezclada con su uso como galería de arte para exposiciones temporales. Marqueses, príncipes, condes, políticos… una serie de cargos ya conocidos en la mayoría de familias de presidentes de la FIA adornan el linaje de los Merode, cuya rama actual tiene su comienzo en el conde Werner, cuarto hijo del senador de Napoleón Guillaume-Charles de Merode.

Amaury Werner Ghislain François de Merode nació en Everberg en 1902, segundo de cuatro hijos del Gran Mariscal de la corte belga Jean de Merode y nieto del conde Werner. Amaury mantuvo una fuerte vinculación con el poder y el ejército: se alistó en la Armada de Bélgica y llegó a ser oficial de un regimiento, siendo incluso capturado por los alemanes en 1940 como prisionero de guerra. Heredó el cargo de su padre en 1950 y fue consejero del príncipe y posterior Rey Balduino. También formó parte de la Asociación de la Nobleza del Reino de Bélgica, una organización sin ánimo de lucro creada con el objetivo de mantener el patrimonio de los nobles del país.

Su implicación en el automovilismo empezó como miembro ejecutivo del Real Automóvil Club de Bélgica, organismo del que llegó a ser presidente. En la FIA fue miembro del Comité Ejecutivo, presidente del Comité Financiero y vicepresidente, tomando también la vicepresidencia de la Organización Mundial del Turismo y el Automóvil (OTA). Su mandato (1971-1975) siguió por los tintes formales de Andrews, centrándose en la circulación vial y en la mejora del tráfico ante el aumento de las ventas de automóviles. Aguantó un año más del que tenía previsto para ser una figura de estabilidad durante la crisis del petróleo de 1973, que generó unos aumentos desmesurados del precio del crudo. Merode dejó la presidencia para un sucesor más joven en 1975 y murió cinco años después en su pueblo natal.

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Héctor Sagués

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