Primera bola de campeonato. Lewis Hamilton y Mercedes AMG F1 llegan al Circuito de Las Américas en Austin decididos a poner la primera piedra en busca de cerrar un nuevo año de dominio en la era hibrida del Mundial de Fórmula 1. Sí, sufrieron, sí, estuvieron contra las cuerdas, sin embargo, el equipo de la estrella volvió a dar el do de pecho en los momentos más bajos de la temporada y liderados por el británico están cada vez más cerca de llevarse a Brackley más material para la cada vez más saturada sala de trofeos.
El 18º Gran Premio de la temporada 2018 del Mundial de Fórmula 1 además tendrá cierto significado especial para uno de los pilotos españoles, Carlos Sainz Jr. el cual debutó precisamente en el Gran Premio de Estados Unidos hace un año con el equipo Renault Sport F1 Team, precisamente uno de los circuitos en los que mejores resultados ha obtenido y en el que completará, si nada lo evita, que llegue al millar de vueltas en como piloto de Fórmula 1. Será en la vuelta 14ª el domingo, una buena demostración de la cada vez más valiosa experiencia del madrileño en el Gran Circo.
La pista del COTA cuenta con 20 curvas y tres secciones claramente diferenciadas. Una vuelta al trazado norteamericano se corresponde precisamente con una longitud de 5,51 kilómetros en los que los pilotos llegan a soportar hasta picos de 4,7 G de fuerza lateral en la curva seis, una larga rápida de derechas que suele marcar diferencias a la hora de afrontar la siguiente sección de enlazadas que precede al ángulo de izquierdas que desemboca en la recta de atrás. Aun así, la mayor frenada llega unos segundos más tarde, precisamente a final de dicha sección a fondo, con los monoplazas llegando a sufrir una fuerza longitudinal cercana a los 5 G cuando se empuja el pedal del freno a fondo. Los pilotos consideran que hay hasta cuatro puntos para intentar el adelantamiento.
No es el mayor reto del calendario a la hora de reglar los monoplazas por parte de los técnicos (se opta por una configuración compromiso), aunque sí posee gran variedad de zonas, con grandes cambios de elevación (especialmente la subida de la recta de meta) y la necesidad de tener un coche que sea reactivo a la hora de hacer cambios de dirección, unas enlazadas que hombres como Nick Chester las equipara a las S de Suzuka. La sección media está marcada por la larga recta y un par de curvas de media velocidad para llegar al último sector, con curvas lentas y en las que ya hemos visto en el pasado problemas con los track limits. Un circuito en el que es muy importante encontrarse a gusto con el recorrido, de sensaciones, fluidez y de ser agresivo especialmente en las fuertes frenadas. Para los monoplazas, es vital tener una buena eficiencia aerodinámica y carga sin penalizar mucho con el drag.
Aunque las cuentas están claras, Lewis Hamilton llega posiblemente a uno de sus circuitos preferidos. El británico ha conseguido todas las victorias desde que la pista texana hiciera acto de aparición en el calendario en 2014 e incluso guarda grandes recuerdos de 2015, año en el que se coronó por tercera vez Campeón del Mundo en este mismo escenario. Nadie es ajeno al estado de forma de Hamilton e incluso pilotos como Fernando Alonso ya se han deshecho en elogios hacia él en la rueda de prensa previa, anotando a Lewis en su lista de los cinco mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1 junto a Michael Schumacher, Ayrton Senna, Alain Prost y Juan Manuel Fangio, precisamente al que está a punto de igualar como segundo competidor con cinco títulos.
Es difícil dejarlo en sólo cinco, Quizás Michael (Schumacher), Fangio, Senna, Prost y Lewis, probablemente serían los cinco mejores. Por títulos y por prestaciones. Es difícil comparar distintas épocas, pero ver a Lewis ganando cinto campeonatos e igualando a Fangio es un gran logro, Si alguien tenía que hacerlo, me alegro de que haya sido él. Siempre ha mostrado su talento, y ha ganado cuando tenía el mejor coche y cuando no lo tenía también, como en 2009, y no todos en el ‘paddock’ tienen esas cualidades. Eso es difícil de ver hoy en día. Ha ganado cuando el coche era el mejor y cuándo no, como en 2009 y eso es impresionante.
Valtteri Bottas jugará un papel muy importante en las opciones de Lewis de cantar el alirón ya que Sebastian Vettel entregará el título si termina tercero o peor. El papel del finlandés será precisamente el de evitar el resultado del año pasado, mientras que los hombres de Ferrari deberán trabajar en alargar la vida de este Mundial hasta México. En cuanto al resto de equipos, Renault trata de defender con uñas y dientes su posición como cuarto clasificado de la llegada de HAAS, equipo que tratará de acercarse en casa a su objetivo de rebasar los 100 puntos antes de llegar al final del año.
Brendon Hartley cierra el círculo y regresa al trazado en el que debutó el año pasado, mientras que para Pierre Gasly será su debut en el COTA precisamente cuando Toro Rosso y Honda se ven esperanzadas después del empujón de rendimiento que generó la llegada de la tercera especificación del propulsor nipón. En McLaren estrenan patrocinio, pero ambos pilotos llegan conscientes de que su tiempo en la Fórmula 1 se está agotando poco a poco, especialmente después de la confirmación de que Stoffel Vandoorne competirá a partir de diciembre en la Fórmula E dentro de la estructura de HWA.
Con Charles Leclerc deseando sorprendernos con sus habilidades de pilotaje y con Sergio Pérez buscando celebrar su renovación con Force India, el Gran Premio de Estados Unidos se plantea como una cita ineludible, incluso con cierto ambiente de conspiración después de que muchos hayan mirado a las novedades en el eje trasero del Mercedes W09 que ha sido en teoría clave para evitar el excesivo desgaste que sufrían los neumáticos de la escudería de la estrella.
En cuanto a los neumáticos, Pirelli confirmaba que los tres compuestos elegidos serían el blando, el superblando y el ultrablando, precisamente la misma que se ha utilizado este año en Australia, Azerbaiyán, Francia y Austria. Es el mismo set que se empleó en el fin de semana de la pasada edición, en este caso teniendo en cuenta que todos los compuestos son un grado más blandos que los de 2017. La estrategia de paradas en boxes que llevó a la victoria a Hamilton hace un año fue la de una parada, sin embargo, Vettel llegó a la segunda plaza arriesgando con dos detenciones en el Pit Lane, situación que se extendió al resto de la parrilla.
Como fue el caso el año pasado, esperamos que haya algunas estrategias diferentes en Austin, pero debido al clima frecuentemente variable y al amplio rango de características de la pista, esta es siempre una carrera difícil de predecir. En los últimos años, el asfalto que hizo su debut en 2012 se ha estabilizado, pero será particularmente importante para los equipos obtener una lectura completa de las últimas condiciones en la práctica libre para preparar una estrategia óptima. Esto no siempre es obvio en Austin, aunque también hay varias oportunidades para realizar adelantamientos tal y como vimos el año pasado.