NASCAR tiene nuevo rey y con él, nuevos y viejos aspirantes a destronarle. Martin Truex Jr. se ha desvelado como una fuerza imprevista en los dos últimos años, siendo uno de los principales actores de la Monster Energy Cup Series en 2016 y el mejor de todos en 2017 después de obtener ocho triunfos. El piloto de Nueva Jersey tiene la confianza de Furniture Row, probablemente el equipo que más ha mejorado en esta década y del que vuelve a ser el único piloto. El apoyo de Joe Gibbs Racing es vital para el triunfo de esta estructura, convirtiéndose ambos no solo en las referencias sino prácticamente en los únicos clientes de Toyota.
Entre los cambios introducidos para 2018 se encuentran la reducción de miembros que pueden intervenir en el coche en una parada en boxes (que baja de seis a cinco), el cambio de la descalificación a una sanción de dos vueltas en caso de reparar el coche más mecánicos de los permitidos, la ampliación de cinco a seis minutos para que los equipos reparen daños de un coche en carrera, unas modificaciones que reduzcan la velocidad en circuitos de restrictor plate en caso de accidente, la introducción de una onboard que se activa en accidentes, una nueva estación de inspección de vehículos y la reducción de la Q1 de 20 a 15 minutos.
Truex Jr. será el líder de Furniture Row y comandará la potente escuadra en solitario. Erik Jones, su compañero de 2017, salta al equipo grande en plena reducción de vehículos después de demostrar velocidad e imprudencia a partes iguales, viéndose involucrado o provocando accidentes en malos momentos de carrera y generalmente en posiciones delanteras. Daniel Suárez entró directamente a Gibbs tras la sorpresiva retirada de Carl Edwards y fue menos rápido pero más constante que Jones; el de Michigan y el mexicano han sustituido a los veteranos Edwards y Matt Kenseth y son el relevo de Toyota ante el liderazgo del dúo que forman el velocísimo Kyle Busch y el constante Denny Hamlin, dos pilotos consolidados. La incógnita económica de BK Racing completa el pelotón de la marca nipona.
Ford mantiene su pelotón a tiempo completo con unos equipos variados y con nombres de mayor relevancia. Stewart-Haas cumplió con nota en su primer año con la marca del blue oval, llegando Kevin Harvick a luchar hasta el final en una nueva muestra de su liderazgo. Clint Bowyer y Kurt Busch aportan velocidad y veteranía a un grupo poco contundente al que se añade Aric Almirola con patrocinios bajo el brazo para sustituir a Danica Patrick. Roush mejoró en 2017 tras años de incertidumbre y presenta un dúo sólido formado por Ricky Stenhouse Jr. y Trevor Bayne, dos pilotos que suman experiencia pero todavía se encuentran en un buen momento por edad.
Penske presenta la mayor novedad en su estructura gracias al añadido de un necesitado tercer coche. La estructura afrontará la temporada con más inversión en NASCAR con Brad Keselowski y Joey Logano como pareja temible de nuevo, entrando Ryan Blaney al fin después de varios años de claro ascenso en el organigrama de Ford. El hueco de Blaney en Wood Brothers lo ocupa un defenestrado Paul Menard, que buscará recuperar su mejor versión en una escuadra que brilló en 2017 con el apoyo de Penske. David Ragan seguirá en Front Row pero Michael McDowell será su nuevo compañero en sustitución de un irregular Landon Cassill.
Chevrolet introducirá el nuevo Camaro ZL1 en sustitución del SS para intentar recuperar el trono perdido ante el empujón de Toyota y la recuperación de Ford. Hendrick se renueva por partida doble con Jimmie Johnson como única voz de la veteranía y Chase Elliott en el papel dificultoso del buen piloto que no acaba de ser una estrella (en parte por no haber conseguido la esquiva primera victoria). El heptacampeón y el hijo del campeón Bill Elliott serán los principales caballos de batalla y deberán guiar a Alex Bowman, sustituto del admirado Dale Earnhardt Jr., y al campeón de Xfinity William Byron, recambio del relegado Kasey Kahne.
Ganassi fue la gran sorpresa del grupo Chevy en 2017 gracias a la explosión de Kyle Larson, caído en el Playoff de forma inmerecida después de un año estelar. El californiano superó claramente a un Jamie McMurray que aún no ha perdido la velocidad que le caracteriza en momentos concretos. Childress reduce a dos coches y se queda con Austin Dillon y Ryan Newman tras la marcha de Menard, con Ty Dillon aprendiendo de nuevo en Germain. A.J. Allmendinger y Chris Buescher volverán a ser los pilotos de JTG Daugherty, mientras que Petty deja Ford después de ocho años y se incorpora a la rival de Detroit con un asiento para Darrell Wallace Jr.