El mes de febrero es el mes del arranque de NASCAR. Los stock car estadounidenses dejan atrás el parón invernal en Daytona, en una espera que se ha alargado una semana más tarde de lo previsto. La nueva Monster Energy NASCAR Cup Series volverá a tener la compañía de sus dos teloneras habituales, la Xfinity Series y la Camping World Truck Series, que regresan con dos tipos de campeonatos distintos pero siguen en su voluntad de dar nuevos talentos a la máxima categoría.
La Xfinity Series ha sufrido un cambio sustancial en la marcha del campeón, Daniel Suárez, ascendido súbitamente a la Cup Series tras la retirada de Carl Edwards. Joe Gibbs Racing pasa a tener el #18 y el #20 como coches comodín, en los que se alternarán los pilotos de la Cup Series en diferentes carreras, mientras que el #19 será el principal caballo de batalla en Xfinity en las manos de Matt Tifft, recuperado de un tumor cerebral que le apartó de los circuitos durante buena parte de 2016.
Gibbs será el equipo de Toyota, a la espera de la oposición de la tropa de Chevrolet. Elliott Sadler y Justin Allgaier seguirán en el Jr Motorsports, equipo vinculado a Hendrick Motorsports, y contarán con dos compañeros de empaque: Michael Annett, de vuelta en Xfinity tras tres confusas temporadas en la Cup Series, y William Byron, robado a Toyota después de ganar siete carreras en las Trucks en 2016. El otro gran equipo de Chevrolet, Richard Childress Racing, se amplía hasta los cinco coches, que no podrá usar en todas las carreras. Los hermanos Dillon se alternarán los coches #2 y #3, mientras que Daniel Hemric sube desde Trucks en un tercer Chevy junto a Brendan Gaughan y Brandon Jones.
Ford presenta un contingente pequeño pero de calidad. Darrell Wallace Jr. y Ryan Reed seguirán en Roush Fenway Racing y buscan volver al Chase en medio de un ambiente decadente en el equipo que les da asiento. Les acompañarán el único Penske, alternado entre los pilotos del equipo (Brad Keselowski, Joey Logano y Ryan Blaney) y el Stewart-Haas de Cole Custer, que también da el salto desde Trucks.
Otros equipos a destacar son los dos Ganassi, el de Brennan Poole y el variable que compartirán Kyle Larson y el ascendido Tyler Reddick y los Chevy de Blake Koch y Ryan Sieg, que ya estuvieron en el Chase de 2016. Mención especial para Koch, que estuvo a punto de luchar por el título en Miami con solo cinco top 10 en su haber. Entre los pilotos curiosos figuran Morgan Shepherd, que estará en Daytona a sus 75 años, Anthony Kumpen y sus dos carreras como premio por ganar la Whelen Euro Series o Casey Mears, que hará varias carreras con el equipo vinculado a Petty como refugio después de ser despedido del Germain Racing de Cup Series.
Por contra, la Camping World Truck Series seguirá contando con Johnny Sauter, que intentará defender su título sin el caution clock por en medio pero con la revolución constante de la tercera categoría nacional de NASCAR. Byron, Hemric, Reddick y Custer han puesto rumbo a la Xfinity, aunque también se han ido otros como Rico Abreu, Cameron Hayley o John Wes Townley. Esto deja a Sauter al mando del GMS Racing y solo él y John Hunter Nemechek parecen ser los únicos estandartes de Chevrolet en la lucha contra Toyota, la verdadera dominadora de Trucks en los últimos años.
La marca japonesa tiene a tres equipos punteros: Kyle Busch Motorsports, ThorSport Racing y Red Horse Racing. En el equipo de Kyle Busch seguirá Christopher Bell, que intentará repetir su llegada con opciones a Miami junto a Noah Gragson, procedente de las dos regionales K&N. El bicampeón Matt Crafton seguirá siendo la opción principal de ThorSport, que contará con tres pilotos que buscan ascender en el escalafón (entre ellos Grant Enfinger, campeón de ARCA en 2015). Y en Red Horse seguirá Timothy Peters, uno de los eternos segundones en los pilotos de cabeza, a la espera de ver si tiene compañero de equipo durante toda la temporada.
La representación de Ford es pobre, de nuevo fijándose en la estructura que Penske lleva en el equipo de Brad Keselowski. Al volante, dos pilotos jovenes pero interesantes. Chase Briscoe es el vigente campeón de ARCA y da el salto después de un ascenso tardío. Su compañero será Austin Cindric, hijo del presidente de Penske Tim Cindric, que a sus 18 años ya ha pilotado coches de U.S. F2000, de GT3, de la IMSA Continental Tire Sports Car Challenge o de rallycross, y que se aventura en Trucks tras un breve paso por las K&N.
Si bien la lista de favoritos en Trucks es corta, no lo es tanto la de otros pilotos que estarán presentes. Kyle Busch compartirá su camión con tres hijos de figuras representativas del deporte, Myatt Snider, Harrison Burton y Todd Gilliland (hijos del reportero Marty Snider y los ex pilotos Jeff Burton y David Gilliland respectivamente). Travis Kvapil, campeón de la categoría en 2003, y Ryan Truex son dos de los refugiados de la Cup Series, a los que se les unirá Regan Smith. También competirán el célebre Norm Benning, conocido por su pequeño equipo, Joe Nemechek en la estructura que le montó a su hijo y el piloto y reportero televisivo Parker Kligerman.
Con todo, las dos categorías nacionales deberán adaptarse a los designios de la categoría madre. La eliminación del caution clock ha generado la aparición del esquema de división de carreras que adoptarán las tres series nacionales. Además, las restricciones hacia los pilotos de la Cup Series deberían ayudar a dar más espectáculo y visibilidad a los pilotos de dichas categorías, la mayorías de los cuales buscan su sitio en el mundo del stock car y esperan dar un paso adelante en 2017.
