De nuevo empieza la temporada de NASCAR en su madrugada habitual de febrero. Daytona es el escenario mediático de los coches y equipos del stock car norteamericano, que se meten de lleno en sus largas y agotadoras temporadas con distintos grados de esfuerzo gracias a la distribución y la diferente cantidad de eventos presentes. En los que sí coinciden las categorías teloneras de la Cup Series es en la progresión constante de los jóvenes talentos, que continúan ascendiendo a pasos agigantados gracias a la confianza de los equipos.
El campeón de la Xfinity Series sube al certamen mayor por sexto año consecutivo después del apretado título que obtuvo William Byron camino de su entrada en el #24 de Hendrick Motorsports. El joven de Charlotte venció como rookie a su compañero de JR Motorsports Elliott Sadler, que vuelve a ser uno de los principales protagonistas del campeonato con su experiencia considerable. También están de vuelta Justin Allgaier y Michael Annett, mientras que el hueco de Byron en el #9 lo ocupa Tyler Reddick después de realizar una buena media temporada en Ganassi.
Precisamente Ganassi va a perder capacidad, con tan solo un coche partido entre Kyle Larson y John Hunter Nemechek, entre otros. Richard Childress Racing pierde también dos coches, quedándose con el #3 como referencia variable para los hermanos Dillon y repitiendo con Daniel Hemric; Matt Tifft sustituye a un Brendan Gaughan cerca de la jubilación. En el resto de equipos Chevrolet destacan la llegada de Ryan Truex a Kaulig Racing en el lugar de un igualmente sólido Blake Koch, la continuidad de Jeremy Clements y de Spencer Gallagher en sus coches pagados y la llegada de Alex Labbé, vigente campeón de la NASCAR canadiense que se aventura a tiempo completo.
Joe Gibbs Racing debería ser el principal rival de los JR Motorsports, con Brandon Jones llegando desde Childress y Christopher Bell de vigente campeón de la Truck Series; el #18 se lo repartirán los distintos pilotos vinculados a Gibbs. Por Ford pelearán Ryan Reed con Roush y Cole Custer con el Stewart-Haas de nueva asociación, que se quedó a un paso de luchar por el título en Miami en 2017. Roush contará con un segundo coche que se alternarán los ex Trucks Austin Cindric y Chase Briscoe y el piloto de desarrollo Ty Majeski, mientras que Penske será temible con el #22 de alternancia general entre Brad Keselowski, Joey Logano, Ryan Blaney y otros.
Los cambios son más sustanciales en la Camping World Truck Series, como viene siendo habitual. La marcha de Christopher Bell abre el abanico de posibilidades en la categoría de pick-ups, ya que Kyle Busch Motorsports solo presenta a Noah Gragson como único contendiente a tiempo completo. De hecho la posición hegemónica reciente de Toyota está en entredicho al pasar de siete a dos coches full time, gracias también a la desaparición de Red Horse Racing a mediados de 2017. Brett Moffitt dejó ese equipo y será junto a Gragson el único piloto que hará todas las carreras al volante del Hattori que ha dejado Ryan Truex.
Y es que la gran marcha es la de ThorSport Racing, que deja Toyota por primera vez desde 2012 y se pasa una necesitada Ford, huérfana desde la marcha de Brad Keselowski Racing. El bicampeón Matt Crafton seguirá liderando la veterana estructura acompañado de Grant Enfinger y Ben Rhodes, con Myatt Snider saltando desde Toyota y ocupando el lugar de Cody Coughlin. ThorSport y los dos Toyota son los únicos pilotos importantes que no llevan un Chevrolet, marca que intentará dominar la categoría con una mayor cantidad de efectivos.
GMS Racing es el equipo principal de Chevrolet y amplía a un cuarto full time para Coughlin, compañero del líder Johnny Sauter, el repetidor Justin Haley y el prometedor Dalton Sargeant. John Hunter Nemechek debería seguir en el equipo familiar junto a su padre Joe, compaginando sus apariciones en la Xfinity Series. Sería importante vigilar de reojo a Stewart Friesen, piloto canadiense de dirt que brilló en Eldora y cuya nueva asocación con Hendrick le dio buenos resultados a finales de 2017. No se espera que los demás coches peleen por nada significativo, aunque las pocas plazas del Playoff pueden ayudar a ver más pelea.
Así pues, la Xfinity y la Truck Series vuelven a Daytona de forma contundente, en dos carreras entretenidas que suelen dar acción. Los pick-ups volverán a concentrar la mayoría de sus eventos en primavera, realizando solo cuatro en los tres primeros meses, mientras que la Xfinity cuenta con carreras en la gran mayoría de las semanas en su papel de telonera de la Cup Series. Queda por ver si en 2018 volverá a imponerse la juventud o si los pocos supervivientes experimentados dan una lección a los jóvenes elegidos.