La gira asiática llegó a su fin con un dramático Gran Premio de Japón en el que Sebastian Vettel volvió a quedar fuera de carrera y tiró por la borda las pocas opciones que mantenía después de dos carreras para olvidar en Singapur y Malasia. El Gran Premio de Estados Unidos ofrecerá a Lewis Hamilton su primera oportunidad de proclamarse campeón esta temporada y aunque para ello tendría que ser primero o segundo y esperar un nuevo desastre de su rival, la posibilidad existe. El Circuit of the Americas de Austin, un destino enormemente popular entre pilotos, equipos y aficionados desde su ingreso en el calendario de la categoría reina en 2012, lucirá distinto este fin de semana para la ocasión. El motivo será el hecho de sumarse al Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de mama. Por ello, el circuito tendrá color rosa por todas partes, aunque no será el único cambio estético de estos días.
Después de una gira asiática que ha sido importantísima en el desarrollo del campeonato, llega la gira americana con carreras en tres circuitos espectaculares, comenzando con el moderno COTA. Mercedes tiene una oportunidad de oro para sellar el título de constructores, siempre que consiga mantener 129 puntos de ventaja sobre Ferrari —ahora tienen 145—, lo que podría ser ideal tanto en caso de coronarse Hamilton como si no lo logra aún. Por detrás, las largas rectas del trazado deberían ayudar a los Force India y a los Williams a rendir bien, aunque habrá zonas reviradas que podrían defender los intereses de coches como los Red Bull y los McLaren. Aunque esta vez habrá que estar pendientes también de Renault, con un Carlos Sainz que debutará con los coches amarillos este fin de semana.
También habrá algunas miradas centradas en Brendon Hartley, piloto neozelandés a un paso de proclamarse campeón del WEC este año y que venció en junio las 24 horas de Le Mans. Hartley estará en el lugar de Gasly, que este fin de semana disputa la última ronda de la Super Fórmula, donde opta al título. El debutante será el piloto número 759 en disputar un Gran Premio de Fórmula 1 puntuable para el Campeonato del Mundo, suponiendo que se clasifique, algo que por otra parte sería lo normal. Al contrario que en las últimas carreras, el clima no debería ver la presencia de la lluvia a lo largo del fin de semana con lo que el sol será protagonista los tres días. Esa será la esperanza de Ferrari, puesto que con más temperatura, su monoplaza rendirá mejor.
La elección de neumáticos por parte de Pirelli para el Gran Premio de Estados Unidos tiene una innovación estética. Si los neumáticos blandos y superblandos mantienen sus habituales colores amarillo y rojo respectivamente, el ultrablando dejará por una vez el lila para pasarse al rosa, recordando siempre el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de mama. Se trata de una de las iniciativas de la Fórmula 1 estos días que buscarán concienciar a la gente. Curiosamente, esta vez en Mercedes, Ferrari y Red Bull han optado por la opción más conservadora con siete juegos de neumáticos ultrablandos. Entre los seis pilotos de estos equipos, Hamilton es el más conservador con tres juegos de blandos donde los otros cinco estarán con solo dos. Por detrás, los Williams y McLaren serán quienes más juegos de ultrablandos tendrán, con un total de nueve.
Puesto que la vuelta de la pole position de Lewis Hamilton en el COTA es el giro más veloz jamás dado al trazado, este año el record del trazado debería caer a todos los niveles. Con los nuevos monoplazas de 2017 siendo entre 2 y 3 segundos más veloces por circuito, es posible que las vueltas rápidas en carrera lleguen a acercarse a tiempos competitivos de parrilla de la pasada temporada. El 1:34.999 de Hamilton debería ser batido ampliamente y no es imposible que a lo largo del sábado se lleguen a ver tiempos dentro del 1:32. Todo esto, mientras esperamos ver si se reescribirá la historia de la Fórmula 1 con un nuevo tetracampeón, un Hamilton que podría superar a su ídolo, Ayrton Senna, en número de títulos.