Después de dos carreras remarcables en Singapur y en Malasia, la Fórmula 1 se dirige a Japón esta semana para disfrutar una vez más del precioso y excepcionalmente técnico circuito de Suzuka. El trazado es uno de esos que es imposible no adorar si a uno le gusta la Fórmula 1 y las altas velocidades. Un lugar histórico que vio la decisión del título de forma ininterrumpida entre 1987 y 1991, además de 1996, 1998, 1999, 2000, 2003 y 2011. En once ocasiones, el título se ha decidido en este circuito pero en muchas otras se han visto resultados o situaciones que afectaron de forma evidente al desarrollo del campeonato. Si algo queda claro es que no suele haber carreras sin significado en Suzuka, con lo que la tensión es alta este fin de semana y con el final del campeonato cada vez más cerca, los pilotos saben que se juegan cada vez más.
El Gran Premio de Japón servirá para cerrar la gira asiática, antes de que la Fórmula 1 se dirija a América para las próximas tres carreras. Suzuka será la sede una vez más del Gran Premio de Japón y llega en un momento emocionante de la temporada 2017, con la pelea por el título en pleno apogeo y con grandes cambios para Honda de cara a 2018. McLaren seguirá contando aún con el apoyo de los aficionados japoneses, que también tendrán un ojo puesto en los Toro Rosso, los monoplazas que el próximo año montarán los únicos motores nipones de la categoría reina. La emoción en cabeza estará en ver cómo funcionan los Mercedes, Ferrari y Red Bull. Aunque la lógica dice que este debería ser el orden del fin de semana, tras lo visto las últimas semanas no habría que descartar absolutamente nada. El mundial entra en su fase decisiva, con cinco carreras para el final, lo que supone un 25% del calendario por delante. Con un ambiente inmejorable, deberá ser una gran carrera.
Por detrás de los grandes, en McLaren y sobre todo Honda harán un esfuerzo por lucirse en casa, sobre todo tras esencialmente haber fracasado en la unión de los últimos tres años. Pero deberán pelear con los cada vez más competitivos Renault, los siempre veloces Force India y los ocasionalmente impresionantes Toro Rosso. En un circuito donde la aerodinámica va a ser clave, incluso más que el motor, será interesante ver qué es o que sucede a lo largo del fin de semana. Evidentemente, teniendo en cuenta el típico clima japonés, también habrá que estar con un ojo mirando hacia el cielo, ya que cualquier indicio de lluvia podría acabar convirtiéndose en un buen diluvio, como se ha visto en algunas ocasiones en el pasado. Y si algo queda claro es que Suzuka bajo la lluvia es un auténtico desafío.
En cuanto a la elección de neumáticos por parte de Pirelli para el Gran Premio de Japón, no hay sorpresas. El común trío de superblandos-blandos-medios vuelve en Suzuka. Sí que hay elecciones más sorprendentes entre los equipos, con Red Bull tomando dos juegos de superblandos más que sus rivales de Mercedes y Ferrari. Aún así y quizás de forma previsible, la elección más agresiva es de McLaren-Honda, con diez juegos de superblandos que dejan entrever que el equipo de Woking y sobre todo Honda buscará destacar en esta carrera en particular. Interesante ver que coinciden exactamente en elecciones de compuestos Hamilton y Vettel por una parte y Bottas y Räikkönen por otra. Donde los segundos pilotos descartan un juego de blandos para tener uno más de medios, los ases que se juegan el título centrarán su atención en los dos compuestos más blandos.
El circuito de Suzuka será uno de los más interesantes en los que veremos los nuevos monoplazas de 2017, puesto que su fama de trazado donde la capacidad aerodinámica del coche es esencial lo convierte en un lugar ideal para ver a los Mercedes, Ferrari y Red Bull volar en los sectores más complejos. En particular, habrá que prestar atención al primer sector, la zona de las Esses que siempre ha enamorado a los pilotos, convirtiéndose este año en todo un desafío. En materia de récords, la vuelta más rápida dada en Suzuka es un 1:28.954, dos segundos y siete décimas más rápido que la pole position del año pasado. Eso implica que, siempre que el clima se porte, existe la posibilidad de que veamos una nueva vuelta más veloz en el trazado nipón. Aunque, claro está, eso habrá que verlo el sábado ya que el domingo será imposible.