El Mundial de Fórmula 1 vuelve con más fuerzas que nunca a la acción tras el parón vacacional. En esta ocasión será uno de los trazados más míticos del calendario, el de Spa-Francorchamps, el que acoja al ‘gran circo’. Después de uno de los veranos más ajetreados respecto el mercado de fichajes que se recuerde, los equipos retoman la actividad llevando diversos paquetes de mejoras de cara al Gran Premio de Bélgica.
El trazado belga es uno de los más exigentes tanto para los equipos como para los pilotos y se compone de una combinación de curvas de alta velocidad, largas rectas y fuertes frenadas que pondrá a prueba la estabilidad de los monoplazas. El circuito de Spa-Francorchamps consta de 19 curvas y tiene 7,004km. Los pilotos tendrán que dar un total de 44 giros hasta completar una distancia de 308.176km.
En Mercedes llegan motivados tras el parón vacacional. El equipo de Brackley espera acabar de pulir algunos detalles de la puesta a punto de su monoplaza y poder estar compitiendo en un ritmo competitivo. Por su parte, en Ferrari intentarán aproximarse a Mercedes en uno de los Grandes Premios que pondrá a prueba al SF71-H. En Red Bull siguen trabajando en el RB14. Los de Milton Keynes esperan que su monoplaza se adapte rápidamente al trazado belga.
En la zona media de la parrilla la diferencia entre los equipos cada vez es más mínima. En Haas esperan seguir la tendencia del último Gran Premio, cita en la que lograron finalizar ambos monoplazas en la zona de puntos. El equipo americano se muestra optimista de cara a esta cita tras la evolución que han mostrado en las últimas pruebas.
En Toro Rosso salvaron los muebles en el Gran Premio de Hungría en el que Pierre Gasly obtuvo ocho puntos. El equipo de Faenza se enfrenta a una de las citas más complicadas del calendario por la peculiar configuración del trazado. Por su parte, en Force India están viviendo una de sus temporadas más complicadas. El equipo con sede en Silverstone cambió de propietario por problemas económicos y ahora, al parecer, han encontrado cierta estabilidad. Por ello, intentarán que no pase factura esta situación en el próximo Gran Premio.
Todo sigue igual en McLaren. El equipo de Woking se está preparando ya de cara a 2019. La salida de Fernando Alonso al final de la presente temporada, ha hecho que se precipiten los acontecimientos en la escudería británica. Tanto es así, que recientemente anunciaron que fichaban a Carlos Sainz Jr. para las dos próximas temporadas. De cara a esta cita, los hombres de McLaren esperan poder salvar los muebles en uno de los fines de semana que se prevé que será complicado para ellos.
Por su parte, se esperan grandes cambios en Renault. El equipo de Enstone, que la próxima temporada competirán con Nico Hulkenberg y Daniel Ricciardo, llevan para esta cita un nuevo fondo y diversas piezas aerodinámicas pensando en hacer ya la base del monoplaza de 2019. La firma del rombo intentarán aprovechar al máximo los beneficios que les pueden comportar estas mejoras para mantener la cuarta plaza en la general por equipos.
En la zona baja de la tabla la rivalidad entre los dos equipos que la conforman es evidente. Por un lado, Sauber ha encontrado la forma idónea de salir adelante tras un inicio más complicado de lo esperado, llegando a clasificarse en distintas ocasiones en la zona de puntos. Por su parte, en Williams siguen sin encontrar la solución a sus problemas.
La firma suministradora de neumáticos para esta cita ha decidido llevar los compuestos superblandos, blandos y medios. El trazado de Spa-Francorchamps se caracteriza por ser uno de los más agresivos para los neumáticos por sus peculiares características. Desde Pirelli destacan que se trata de un circuito en el que están en continuo funcionamiento los neumáticos, por lo que se prevé que exista una amplia diversidad de estrategias.
