El Mundial de Fórmula 1 no descansa y se prepara para la próxima parada. En esta ocasión será el Templo de la Velocidad el que reciba a los monoplazas más rápidos que se recuerdan en los últimos años. El trazado del Autodromo Nazionale di Monza acogerá una nueva edición del Gran Premio de Italia, en la que los equipos pondrán a prueba las evoluciones que llevarán para dicha cita.
El trazado italiano se caracteriza por altas velocidades, largas rectas y chicanes, por lo que los equipos tendrán bajas cargas aerodinámicas. De este modo los pilotos y equipos no podrán perder la concentración en ningún instante. El circuito de Monza consta de diez curvas y tiene una longitud de 5.793km. El domingo durante la carrera tendrán que dar un total de 53 giros hasta completar una distancia total de 307.029km.
En Mercedes llegan motivados a este Gran Premio tras no poder hacerle frente a Ferrari en Bélgica hace una semana. Saben que los de Maranello corren en casa, pero se respaldan en que este año todo puede pasar. Los hombres de ‘Il Cavallino Rampante’ han dado un paso adelante respecto en la gestión de neumáticos y la puesta a punto, llegando a disputar a los de Brackley el liderato del Mundial. Por su parte, en Red Bull reconocen que se trata de una cita en la que sufrirán más de la cuenta por la peculiar configuración del trazado italiano y por el déficit de potencia que presenta el propulsor de la firma del rombo frente al de las principales referencias.
En la zona media Toro Rosso, igual que Ferrari, compiten en casa. El equipo de Faenza guarda buenos recuerdos del trazado italiano después de cosechar aquí, hace una década, su única victoria en el Mundial de Fórmula 1, con Sebastian Vettel venciendo en el GP de Italia de 2008 bajo un intenso aguacero. Es por ello que llegan con buenas sensaciones a esta cita, después de conseguir sumar dos puntos en el pasado Gran Premio de la temporada. La escudería filial de Red Bull intentará aprovechar la ampliación de la zona de frenado para adelantar y situarse en la zona de puntos aunque al igual que el equipo matriz, son conscientes de que dependerán en gran parte del estado de forma de su propulsor.
La nueva etapa de Force India parece ser que ha comenzado mejor de lo esperado. El equipo consiguió finalizar entre los seis primeros en el Gran Premio de Bélgica, mostrándose competitivos en distintas condiciones de pista. Por su parte, en HAAS F1 Team al parecer ya han empezado a trabajar en el monoplaza del próximo año, pero para esta cita han decidido traer pequeñas novedades con la intención de acercarse al cuarto puesto en la general de equipos.
En McLaren necesitan pasar página de uno de los fines de semana más desastrosos de los últimos años que se recuerdan. El fuerte accidente de Fernando Alonso en la salida y el pésimo resultado de Stoffel Vandoorne en casa hacen que el equipo de Woking tenga más trabajo que el deseado. A todo ello, en la jornada del viernes, Lando Norris se subirá al MCL33 en la primera sesión de entrenamientos libres con tal de seguir afianzándose al monoplaza.
El equipo del rombo necesita retomar el sendero del inicio de temporada y volver a las posiciones de la zona media más competitivas. Renault lleva varias citas en las que no puede sacar el máximo partido a su monoplaza y al parecer en Italia les tocará sufrir. Por ello, la firma francesa llevará importantes mejoras en el chasis en la que será la última cita en el territorio europeo.
En la zona baja de la parrilla Sauber sigue evolucionando poco a poco. El cero que sumaron tras el fuerte accidente que sufrió Charles Leclerc hace menos de una semana, en el que se comprobó la importancia del halo, ha hecho que el equipo se pongan las pilas para recuperar el terreno perdido. Por su parte, en Williams llegan a un trazado en el que guardan buenos recuerdos y esperan poder firmar un buen resultado.
Para esta cita la firma suministradora de neumáticos ha decidido llevar los compuestos superblando, blando y medio, siguiendo así la selección del pasado Gran Premio de Bélgica. Las características del trazado italiano hace que los neumáticos sufran en las fuertes frenadas y el nivel de desgaste es medio. Por ello, desde Pirelli han afirmado que es probable que la estrategia escogida sea a una parada, pero no descartan otras alternativas en un año en el que todo puede pasar.