La primera jornada de Fernando Alonso al volante de un monoplaza de las IndyCar Series no han tenido como único objetivo el superar el trámite del ROP (Rookie Orientation Program). El asturiano ha tenido tiempo después para empezar a exprimir a fondo el Dallara DW12-Honda de McLaren-Andretti Autosport tras realizar las vueltas necesarias entre 200 y 220 mph. Concretamente, su primera vuelta después de montar un juego nuevo de neumáticos le permitía realizar una vuelta de 221.923 mph. La pole el año pasado de James Hinchlife fue de 230.760 mph.
En total han sido 110 vueltas las que ha realizado el bicampeón Mundial de Fórmula 1 al trazado de Indianápolis, la mitad de las que tiene programadas por hacer el próximo domingo 28 de mayo, durante las 500 Millas. La mejor de ellas correspondió a una media de 222.548 mph (358,156 km/H), algo que ya le permitió bajarse del monoplaza con una sonrisa en la boca a pesar de reconocer que, a esas velocidades el circuito se veía muy estrecho, mucho más que en el simulador, y que había tenido algunos problemas de adaptación inicial, especialmente a la hora de tomar la primera curva a fondo, algo que según Alonso “el pie derecho no se lo permitía”.
Aun así, ha sido un día potencialmente dedicado al aprendizaje, especialmente para conocer el comportamiento de los neumáticos en sus distintas fases de degradación (ha destacado a la prensa estadounidense lo mucho que enmascaran las gomas nuevas las carencias aerodinámicas del coche), así como las distintas opciones de reglaje y de configuración que va a poder modificar para tener un monoplaza con buen ritmo de carrera. Especialmente ha hecho hincapié las barras estabilizadoras y el sistema hidráulico que varía la carga diagonalmente.
Sin embargo, no han sido los únicos quebraderos de cabeza para Alonso durante el día de hoy. Además de la amenaza de lluvia y el viento racheado en algunos momentos, el piloto español ha tenido su primer encontronazo con la fauna local. El propio Fernando reconocía que había tenido que esquivar unos cuantos pájaros, sin embargo, otros no corrieron la misma suerte: