A más de uno le habrán aparecido viejos fantasmas cuando ha conocido que Valtteri Bottas tenía problemas técnicos que le impedían salir a rodar durante los primeros minutos de los Entrenamientos Libres 1 del Gran Premio de Austria. Mercedes-AMG F1 confirmaba que el monoplaza del finés tenía una fuga de aceite en la unidad de potencia actual, algo que les ha obligado a regresar a la primera unidad utilizada esta temporada 2019.
Recordemos que la firma de la estrella, así como sus equipos clientes, no han sufrido grandes problemas técnicos en el inicio del año, siendo únicamente George Russell el que se vería obligado a estrenar elementos nuevos antes de tiempo después de su encontronazo con la alcantarilla en el Gran Premio de Azerbaiyán. En el caso de Bottas, ahora se procederá a una exhaustiva inspección de la Unidad de Potencia afectada para descartar problemas graves en la misma.
Los equipos cuentan con hasta tres motores de combustión interna para la temporada, por lo que si el ICE de Valtteri afectado se podría queda no solo sin la evolución estrenada por Mecedes-Benz en el Gran Premio de Canadá, sino que también debería completar la docena de carreras restantes con un propulsor ‘sin descorchar’ y otro ya con siete Grandes Premios a sus espaldas.
Precisamente esta Spec-2 estrenada por la firma de la estrella ha sido una de las que más problemas ha generado, con el equipo de fábrica llegando a temer que Hamilton no hubiera podido competir en el polémico Gran Premio de Canadá después de descubrir un problema hidráulico antes de la carrera. Para más inri, este es el circuito en el que más sufrió la escudería durante la pasada campaña, con su primer abandono doble desde el accidente protagonizado por Lewis Hamilton y Nico Rosberg en el Gran Premio de España en 2016.
