Es imposible negar que la de este fin de semana ha sido una de las victorias más especiales para una pareja que lo ha ganado todo, incluido 9 títulos mundiales y ahora 79 rallyes del WRC. Sébastien Loeb y Daniel Elena volvían a escuchar el himno francés en su honor desde lo más alto del podio y aunque los dos querían disfrutar del momento, fue inevitable que los medios allí presentes le preguntaran sobre un posible regreso al Mundial de Rallyes después de que Peugeot haya tomado la decisión de abandonar el World RX a finales de este año.
Loeb quiso ser una vez más cauteloso con sus respuestas. Todavía no hay tomada ninguna decisión, pero su sonrisa de felicidad y el resultado del Rally de Catalunya le hicieron replantearse su situación de cara a 2019. Ahora ya no parece tan descabellado el hacer alguna prueba más, aunque Sébastien sigue sin haber perdido el foco. Una temporada completa es demasiado tiempo fuera de casa y esa fue la razón que le llevó a apartarse por primera vez del WRC:
Aquí es donde me siento mejor, el rally es mi disciplina. Pero de otra manera, sé por qué me jubilé: es mucho tiempo y participación. ¿Volveré a tiempo completo? No, no es lo que quiero. ¿Volveré para algunos rallyes? Tal vez, pero incluso eso es complicado. Hace una o dos semanas estaba seguro de que iba a hacer una temporada completa en World RX y ahora no tengo nada.
Un obstáculo para el regreso a tiempo parcial de Sébastien Loeb puede ser precisamente que por el momento Pierre Budar no tiene la certeza de que vayan a contar con una tercera unidad la próxima campaña. Con las dos primeras ya reservadas para los fichajes de Sébastien Ogier y Esapekka Lappi, el jefe de Citroën Racing reconocía que antes de pensar en terceros pilotos debía tener un tercer coche.
Obviamente aquí hay muchas partes interesadas, empezando por el promotor del WRC, que a su vez es una escisión de Red Bull, el que seguramente será el patrocinador principal de Citroën en 2019. La firma de los dos chevrones no tendrá demasiados quebraderos de cabeza si Loeb no hace la temporada completa y Ogier es perfectamente consciente de que el morbo de tener a su tocayo en el mismo equipo puede reportar más beneficios que elementos en contra.
Mi futuro es hacer esto tal vez. No lo sé, no está claro por el momento mi futuro. Peugeot se retiró del rallycross, así que tengo que mirar lo que haré ahora. En este momento, teniendo en cuenta cómo se desarrolló el rally, estaría tentado de decir que tal vez sea mi mejor victoria. Cuando vi que había ganado en la pantalla al final de la etapa final, fue una sensación verdaderamente increíble. Es realmente agradable haber logrado mantener el ritmo nuevamente después de todos estos años, porque los muchachos no han estado quietos mientras yo no estaba.
En cuanto a Daniel Elena, incluso Julien Ingrassia destacaba que estaba fuera de forma y que la afición por el tabaco del monegasco no era lo más recomendable, sin embargo, afirmaba que si habían conseguido ganar de esa forma era porque “hay algo especial”. El copiloto nueve veces Campeón del WRC se lo tomaba con humor. Además de su voltereta en el podio de Salou tratando de imitar a su forma el mortal hacia atrás de Loeb, Daniel nos dejaba una de sus perlas en la rueda de prensa:
Er, sí … es una victoria fantástica, ¿pude imaginarlo? ¿Por qué no? Cuando ves los tiempos en tierra en México, no está mal, y en el asfalto de Córcega también. Y cuando llegamos aquí éramos rápidos en tierra y sobre asfalto; Tienes que saber que puedes tener un pinchazo, que no te puedes parar a comer comida especial del país y el resultado está aquí. Tienes presión todo el tiempo, pero después del trompo de hoy no ha sido fácil. Tienes que empujar más y arriesgarte más. Pero es divertido. Mucha presión, pero más presión para el techo, ¡se destruye con mi peso!
Era su noveno triunfo en el Rally de Catalunya junto a Sébastien Loeb, el 79º de sus carreras deportivas. Todo ello basado en un espectacular remontada el domingo por la mañana gracias a una gran elección de neumáticos, un cambio de última hora con el que confió en el rendimiento de las ruedas de compuesto duro a pesar de que únicamente se habían basado en experiencias pasadas con el DS3 WRC y con la incertidumbre de que los primeros tramos estaban parcialmente mojados, unas condiciones que parecían adaptarse más al blando. En el equipo creyeron en esta opción para recuperar tiempo rápidamente tras las informaciones de los meteorólogos y los ouvreurs, siempre y cuando Loeb consiguiera poner en temperatura rápidamente a los neumáticos. La jugada se decidió solo unos segundos antes de salir de la asistencia, cuando el C3 WRC tenía incluso montados los blandos de Michelin.