Ha sido a buen seguro la noticia más importante del día dentro del automovilismo más allá del reguero de presentaciones de Fórmula 1 que estamos viviendo durante los últimos días. Rebellion Racing anunciaba de forma sorprendente su decisión de abandonar el automovilismo y con ello, dejar en la estacada a Peugeot Sport en lo referente al programa de creación y desarrollo con el que la firma del león tenía previsto empezar a competir en el Mundial de Resistencia a partir de 2022.
Jean-Marc Finot ha sido cuestionado por el medio francés AUTOHebdo acerca de cómo afecta esto a Peugeot y, especialmente, cómo se han sucedido los hechos detrás de esta decisión por parte de la estructura helvética. Quizás en el punto más sorprendente se deja entrever lo repentino que ha sido todo, también para el fabricante de Sochaux, especialmente “Nuestra asociación se había sellado a principios de diciembre, por lo que la información es bastante fresca. Admito que no lo planeamos”.
En esta interesante entrevista con el responsable de PSA Motorsport, se revela que el contrato firmado con Rebellion implicaba cinco años, dos de desarrollo y tres operacionales, algo que ha quedado en agua de borrajas, aunque desde el fabricante se han apresurado que el proyecto del WEC sigue en marcha, ahora con nuevos socios, entre los que se encuentra Ligier, responsable de la parte aerodinámica del nuevo prototipo híbrido de la marca.
Rápidamente logramos revivir un plan de negocios con un flujo de presupuesto sin cambios respecto a lo esperado, con un compromiso de la marca Peugeot y nuestra asociación histórica con nuestro socio TOTAL. Continuamos avanzando con un proyecto más ajustado. Peugeot Sport se hace cargo de la gestión general, sabiendo que se suponía que la operación y el deportista estarían bajo la gestión del proyecto Rebellion.
Tendrá en este caso Peugeot que valorar cómo evoluciona el equipo y si esa labor de la que se iba a encargar Rebellion pasa a ser 100% interna para la firma francesa o si se decide confiar en otras empresas bajo la supervisión de la marca. En cuanto al coche, Peugeot seguirá trabajando sobre la normativa de los Hypercars, aunque no descarta poder amoldarse a las reglas de los LMDh una vez se presenten todos los detalles en Sebring.
Continuamos desarrollando el automóvil en el marco de las regulaciones de Le Mans Hypercar. Por otro lado, permanecemos abiertos a la oportunidad LMDh y seguimos de cerca a los grupos de trabajo que trabajan en la convergencia de la normativa. Aún es posible. Estudiaremos la pregunta y es en este horizonte que tomaremos nuestra decisión. Hasta entonces, el equipo está trabajando duro en el Hypercar de Le Mans. Nuestro objetivo es competir en 2022. Pero el automóvil se congelará durante 5 años después de su homologación, por lo que nuestra prioridad es tener una definición sólida y perfectamente determinada. Luego ajustaremos nuestro enfoque en el campeonato sabiendo que la parada sería el comienzo de la campaña 2022-2023.
El uso de un sistema híbrido común no parece ser algo que entusiasme al fabricante, el cual obviamente pretendía utilizar su participación en el WEC con fines promocionales de su tecnología híbrida de calle. Incluso no parece importarse que Ligier se encargue de la aerodinámica o se emplee un chasis común (normativa de LMDh) siempre que ellos mantengan la gestión del proyecto y que se siga relacionando al vehículo de competición con la imagen de la marca.
Vía | AUTOHebdo