Race of Champions 1976: La primera victoria de James Hunt con McLaren

Si hay un piloto claramente dominador del extraño mundo de las carreras no puntuables en los años 70, este es sin duda James Hunt. El piloto británico disputó un total de 11 sobre las 31 carreras no puntuables disputadas entre 1970 y 1979, siendo 11 sobre 15 en la época en la que el campeón estuvo en activo. Con un total de cuatro victorias, solo Emerson Fittipaldi le iguala en triunfos fuera de campeonato en esa época… aunque el brasileño disputaría un total de 21 carreras de este tipo, logrando un porcentaje algo peor. Más remarcable aún, Hunt logró todos estos éxitos en un solo país, Gran Bretaña, situándole como uno de los pilotos con más éxitos en carreras de Fórmula 1 en casa. En la edición de 1976 de la Race of Champions en el desafiante circuito de Brands Hatch, James Hunt logró su primera victoria con McLaren, iniciando una temporada que resultaría histórica por muchos motivos entre los que acabaría destacando el primer y único título del controvertido pero popular as de Belmont, en los suburbios de Londres.

A lo largo de los años 70, era habitual que Silverstone y Brands Hatch se alternaran los papeles como sede de una carrera puntuable y otra no puntuable, lo que hacía que cada año el Gran Premio de Gran Bretaña cambiara de fecha, mientras de forma alternada se disputaran la Race of Champions y el BRDC Trophy. A pesar de ello, 1976 fue una excepción y el circuito de Brands Hatch albergó tanto una carrera no puntuable como otra que sí lo era. De esta forma, la primera visita en el mes de marzo tenía una importancia crucial al permitir que los pilotos pudieran familiarizarse con el circuito con los coches de la presente temporada (quien los tuviera listos), sin tener en cuenta las pruebas que a menudo se realizaban en el circuito británico. Así, la Race of Champions de 1976 supuso la primera visita de un total de tres de la Fórmula 1 al Reino Unido. Como marcaba la tradición, la carrera estaba programada a 40 vueltas para un total de poco más de 168 kilómetros.

A nivel de calendario, la Race of Champions supuso la llegada de la temporada europea, aunque realmente la cita quedaba situada tras las visitas transcontinentales a Brasil y Sudáfrica pero antes de dirigirse a Long Beach. Ello hacía que muchos equipos no dispusieran de sus coches más modernos e incluso en los casos en los que sí, no dejaban de ser unidades distintas a las usadas en las primeras carreras del año. Quizás por ello no hubo grandes debuts en la cita de Brands Hatch, sin monoplazas revolucionarios ni novedosos para los espectadores. Pero ello no significaba que no hubiera debut alguno y de hecho dos equipos disputaron en esta ocasión sus primeras carreras de Fórmula 1. Los protagonistas eran en este caso RAM Racing por una parte con dos Brabham (un BT44B y un BT42) para Patrick Nève y Loris Kessel y la Scuderia Everest por otra parte con un flamante Ferrari 312 T que pilotaría Giancarlo Martini. El monoplaza italiano acompañaría al más sofisticado 312 T2 de la Scuderia Ferrari, con una solitaria unidad para Niki Lauda.

La historia del trato de la Scuderia Everest de Giancarlo Minardi con la Scuderia Ferrari de «Il Commendatore» Enzo Ferrari es algo más compleja e incluía un acuerdo para proporcionar motores Dino V6 para el equipo de Fórmula 2… Pero volviendo a la Fórmula 1 en Brands Hatch, el plan inicial era que hubiera veinte inscritos entre los que se habrían encontrado dos BRM y otro Surtees, además de un Lyncar. Ninguno de ellos acudió al final a la prueba, que quedó con 16 participantes al final. Más allá de los tres coches debutantes, entre los más interesantes estaba el ya mencionado Lauda, campeón en título que se se enfrentaría a nuevos rivales como James Hunt con el único McLaren, Jody Scheckter con un solitario Tyrrell, los dos Lotus de Bob Evans y Gunnar Nilsson y el Brabham de Carlos Pace, siendo estos seguramente los grandes favoritos para la victoria. También había que contar con jóvenes talentos emergentes como Tom Pryce con Shadow y Alan Jones con Surtees.

Mientras tanto, los antiguos compañeros de equipo en Ferrari Jacky Ickx y Chris Amon formaban un buen contingente de viejas glorias al volante de poco competitivos monoplazas. En este caso, un Hesketh del equipo Wolf-Williams y un Ensign respectivamente. Finalmente, en la lista de inscritos había también casos más peculiares como el Penske de John Watson, coincidiendo en pista con el March de Vittorio Brambilla y el Hesketh oficial de Harald Ertl. En los entrenamientos clasificatorios, el más veloz fue Scheckter, batiendo a Lauda por más de tres décimas en una sensacional vuelta que le daba derecho al peculiar premio de cien botellas de champagne que era tradición en el evento para el hombre de la pole. Tras ellos, Nilsson, Ickx y Hunt cerraban el top 5 por delante de un interesante grupo formado por Jones, Evans, Watson, Pryce y Pace con muy poca diferencia entre ellos, apenas siete décimas (especialmente poco para la época). El domingo se levantó con la pista húmeda pero secándose, aunque la lluvia en los últimos minutos de la sesión de calentamiento del domingo hizo que los equipos optaran por reglajes más conservadores.

La carrera comenzó con drama puesto que en la vuelta de formación, el delicado estado de la pista se cobró su primera víctima. Giancarlo Martini trompeó su Ferrari y la primera aventura del a Scuderia Everest terminó antes incluso de empezar. En la salida, Scheckter tomó la delantera seguido por Nilsson, Jones, Ickx, Lauda y Hunt pero ya en la primera vuelta el segundo clasificado sufrió un trompo que le hizo perder varias posiciones y un tiempo crucial. Una vuelta más tarde, Ickx sufría también otra salida de pista y Scheckter trompeaba para quedar fuera de carrera a pesar de su fulgurante inicio. De esta forma, el liderato quedó en manos de Jones para sorpresa del público, que era testigo de una buena actuación del australiano que pilotaba para el legendario John Surtees. Durante varias vueltas se mantuvo en cabeza el futuro campeón del mundo, mientras Hunt y Lauda eran segundo y tercero respectivamente por delante de Watson. Desafortunadamente para él, también tuvo que retirarse tras una salida de pista en la vuelta doce, apenas cuatro giros después del abandono de Pace por problemas en el motor.

La animada carrera siguió con más drama al abandonar Lauda apenas dos vueltas antes de llegar al ecuador de la prueba. Su motor había dicho basta, dejando solo a propulsores Cosworth en pista. Ertl sufriría una retirada en el mismo giro, pero el momento cumbre no se daría hasta la vuelta 21, cuando Hunt logró superar a Jones y tomó la delantera. A partir de entonces, el nuevo piloto de McLaren empezó a marcar el ritmo. No hubo oposición posible gracias a su buena actuación y la falta de maquinaria de sus rivales y de esta forma, James Hunt logró su primera victoria con su nuevo equipo con algo más de dieciocho segundos de ventaja sobre Alan Jones, segundo en su Surtees. Tercero fue Jacky Ickx, rentabilizando muy bien el Hesketh del equipo que dirigían Walter Wolf y Frank Williams. La teórica zona de puntos la cerraron Vittorio Brambilla, Chris Amon y Tom Pryce.

La carrera en la zona media había quedado marcada por las sanciones a Brambilla y Evans, con un minuto de tiempo perdido por haberse saltado la salida (¡el minuto de penalización por arrancar antes de tiempo se mantuvo hasta 1990!). El italiano llegó a ver la bandera de cuadros, mientras Evans se quedó sin gasolina a cuatro vueltas del final. Tampoco terminaron Nilsson ni Kessel, ambos con motores rotos. Para Hunt, era la tercera victoria al volante de un Fórmula 1 tras las obtenidas en el BRDC International Trophy de 1974 y el Gran Premio de los Países Bajos de 1975, en ambos casos con Hesketh. Con su éxito en Brands Hatch, aunque fuera en unas condiciones extrañas y con menos rivales de los habituales, dejaba claro el mensaje para todo aquel que dudaba de sus capacidades para pelear por el título: había manos para ganar y con la determinación adecuada, el título era posible.

Race of Champions 1976 – Brands Hatch